El ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, ha pedido una transición “ordenada” en Siria tras la caída del régimen del presidente Bashar al-Assad después de que la capital, Damasco, haya caído a manos de las fuerzas rebeldes encabezadas por el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS) y sus facciones aliadas.

“La nueva administración debe establecerse de manera ordenada. El principio de inclusión nunca debe verse comprometido. No debe haber deseo de venganza. Es hora de unir y reconstruir el país”, ha subrayado, instando así a todos los actores en la región a la calma.

En este sentido, ha asegurado que harán todo lo posible para que organizaciones terroristas como Estado Islámico o el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) -al que Ankara considera un grupo terrorista- “no se aprovechen de la situación”.

Sirios que viven en Turquía con banderas de la oposición celebran después de que los rebeldes anunciaran que han derrocado al presidente Bashar al-Assad, frente a la mezquita de Fatih en Estambul, Turquía, el 8 de diciembre de 2024. Foto: Reuters

“Turquía tomará todas las medidas necesarias para luchar contra el terrorismo. Todas las minorías, cristianos, kurdos y no musulmanes, deben recibir un trato justo. Todas las armas y armas químicas deben ser controladas”, ha sentenciado.

Asimismo, Fidan ha resaltado que es fundamental “garantizar un periodo de transición sólido, sin violaciones contra la población civil”, así como que cuente con servicios fundamentales y con estructuras para “contrarrestar amenazas”.

Fidan ha asegurado además que el Gobierno de Bashar al-Assad “debería haber aprovechado” la ofensiva rebelde para “reconciliarse con su propio pueblo”. “Cuando todos los intentos fracasaron, el presidente (de Turquía, Recep Tayyip) Erdogan extendió su mano al régimen e hizo un llamado a la unidad nacional, si bien esto fue rechazado”, ha dicho.