El fiscal especial Robert Mueller realizó este miércoles su primera declaración pública tras terminar la investigación sobre la intervención rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, donde salió electo el presidente Donald Trump.
Y si la investigación ha estado rodeada de controversias, los dichos de Mueller no estuvieron para nada exentos de polémica. Esto porque el exdirector del FBI refutó lo planteado por el fiscal general William Barr en cuanto a que su reporte exoneraría a Trump de cualquier delito, e incluso esbozó que su equipo no está convencido de que el mandatario no haya violado la ley con sus acciones.
Desde el Departamento de Justicia, el persecutor explicó que durante las indagaciones de su equipo no se obtuvieron pruebas "precisas y claras" de que el mandatario haya obstruido a la justicia. Pero, acto seguido, manifestó que tampoco existe seguridad que no haya cometido un delito. "Si tuviéramos seguridad de que claramente el presidente lo cometió un crimen, lo hubiéramos dicho", remató.
Y además, Mueller ahondó señalando que su oficina, como parte del Departamento de Justicia -dirigido por el fiscal general William Barr-, "no tiene opción" de imputar al mandatario de un crimen, debido a que ello es "inconstitucional".
Sus declaraciones en ese sentido fueron interpretadas como una referencia al rol que podría asumir el Congreso, dado que, constitucionalmente, quienes tienen la facultad para juzgar al presidente mediante un juicio político son las cámaras del parlamento estadounidense.
Cierre de la oficina especial
El persecutor recalcó que sí hubo intervención de agentes de inteligencia rusos en los comicios pasados, y que ésta tenía como objetivo "afectar a uno de los candidatos a la presidencia", apuntando a Hillary Clinton.
Por otro lado, Mueller aprovechó la instancia para cerrar oficialmente la investigación de la Trama Rusa. Con ello terminó su rol, por lo que también anunció que dejará su cargo como fiscal especial en el Departamento de Justicia. "Estamos cerrando oficialmente la oficina de la fiscalía especial y dejó el Departamento de Justicia para regresar a la vida privada", manifestó.
Finalmente, aseguró que tras esta declaración no volverá a hablar públicamente sobre el tema, argumentando que considera que no sería "apropiado hablar más allá sobre la investigación o comentar sobre las acciones que tomará el Departamento de Justicia o el Congreso".
Sin embargo, Mueller aún podría ser citado ante las cámaras del Congreso. En ese sentido, anticipó que su potencial testimonio se remitiría a los aspectos abordados por el informe.