Ucrania acusa a Rusia de querer aumentar su apoyo militar a los separatistas prorrusos del este del país, tras la decisión de Moscú de poner fin al mandato de los observadores europeos desplegados en la frontera entre ambas naciones.
“Consideramos esta decisión de Rusia como una prueba de su intención de continuar y aumentar el suministro de armas, municiones, tropas regulares y mercenarios” a territorios bajo control separatista, lanzó la diplomacia ucraniana en un comunicado publicado el jueves por la noche.
Se trata de un “sabotaje” de los acuerdos de paz de Minsk para resolver este conflicto en curso desde 2014, añade el comunicado.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha desplegado cientos de observadores en la zona de guerra de Ucrania, incluidos dos cruces fronterizos en la parte de la frontera ruso-ucraniana controlada por los separatistas.
Rusia, acusada por Ucrania y los occidentales de apoyar militarmente a los rebeldes y que no deja de negarlo, explicó que la presencia de observadores en estos dos puestos fronterizos “no ejerce ninguna influencia positiva en el proceso de solución (del conflicto) y (que) su continuación ya no es útil”.
Los informes de la OSCE sobre esos puestos fronterizos contienen información sobre el cruce de fronteras por personal sospechoso.
Los occidentales y Ucrania acusan además a Rusia de equipar a los separatistas en secreto a través de otros pasos, no vigilados por los observadores.
Según investigadores internacionales, el vuelo MH-17 del avión de pasajeros de Malaysia Airlines, derribado en julio de 2014 sobre el este de Ucrania (298 muertos), fue destruido por un misil BUK transportado desde una unidad militar rusa a la zona de conflicto, lo que nuega Rusia.