Aunque las cifras de bajas son muy dispares entre ambos bandos, lo que sí es claro que que las muertes de soldados rusos y ucranianos siguen en aumento desde la invasión en febrero de 2022, ordenada por el presidente Vladimir Putin.
Este jueves las Fuerzas Armadas de Ucrania afirmaron haber matado a cerca de 1.100 soldados rusos en combates registrados durante el último día, que se contrasta con los 923 efectivos que perdieron la vida en las dos semanas recientes, según las autoridades militares del Kremlin.
No obstante, el Estado Mayor del Ejército ucraniano ha insistido en sus balances, al asegurar que desde el estallido de la guerra los soldados rusos muertos en combate se “acercan a los 308.720″, muy por encima de las cifras registradas por Moscú.
El portal independiente ruso de noticias Mediazona eleva el total de fallecidos a 35.780, cifras que da por “corroboradas” a través de datos disponibles públicamente, un trabajo que realiza junto a la cadena de televisión británica BBC.
El mismo contexto, los mandos miitares de Ucrania subrayan que desde el estallido del conflicto han sido destruidos 5.316 carros de combate, 7.475 sistemas de artillería, 577 sistemas de defensa antiaérea, 322 aviones, 324 helicópteros, 5.593 drones, 20 embarcaciones y un submarino, así como 9.853 vehículos y tanques de combustible.