Oficiales militares ucranianos aseguraron el lunes que sus tropas recuperaron otra aldea del sureste de manos de las fuerzas rusas, y que aunque pequeños, se trata de uno de los primeros éxitos de las intensificadas operaciones de contraofensiva frente a la invasión lanzada hace más de 15 meses por parte de Moscú.
La viceministra de Defensa, Hanna Maliar, escribió en Telegram que la bandera de Ucrania ondeaba nuevamente sobre el pueblo de Storozhov, y pronosticó que el resultado final sería la liberación de “todo suelo ucraniano”. Un día antes, funcionarios ucranianos dijeron que otras tres pequeñas aldeas agrupadas al sur de la ciudad de Velika Novosilke, en la región oriental de Donetsk, habían sido liberadas.
Las aldeas están ubicadas en la llamada “saliente de Vremivka”, una sección de la línea del frente donde la zona bajo control ruso sobresale hacia el territorio en poder de Ucrania. El área se ha vuelto uno de varios epicentros de combates intensos.
El Ministerio de Defensa ruso no ha confirmado la retirada rusa de las aldeas, pero algunos blogueros militares han reconocido la pérdida del control ruso sobre ellas.
Mientras tanto, las autoridades rusas han dicho que sus tropas se han mantenido básicamente firmes a lo largo del arco de más de 1.000 kilómetros (600 millas) de la línea del frente, a lo largo del sur y el este de Ucrania.
Los analistas occidentales y los oficiales militares han advertido que cualquier intento por deshacerse de las tropas rusas atrincheradas, poderosamente armadas y capacitadas probablemente llevará meses, y que el éxito de cualquier contraofensiva ucraniana está lejos de ser seguro.
El sábado, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, declaró que se realizaban “acciones defensivas y contraofensivas”, sin especificar si se trataba de una contraofensiva total, un día después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmara que la contraofensiva ucraniana había comenzado y que las fuerzas de Kiev estaban teniendo “pérdidas significativas”. No dio más detalles y las autoridades ucranianas no han admitido públicamente pérdidas entre sus tropas.
El presunto avance ucraniano se produce cuando las autoridades de ambos lados de la línea del frente activo, a lo largo del río Dniéper, en la región sureña de Jersón, presionaron con sus esfuerzos de rescate y reubicación de civiles expulsados de sus hogares por inundaciones tras la ruptura de la presa Kajovka la semana pasada.
Ucrania acusa a las fuerzas rusas de destruir la presa y central hidroeléctrica de Kajovka, en el río Dniéper, pues se encuentra en una zona que ha estado bajo control de Moscú desde hace más de un año. Por su parte, funcionarios rusos culparon a los ataques militares ucranianos en la región, donde el río separa a los dos bandos.