El ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, aseguró este jueves que Rusia “está contenta” por la subida del precio de los alimentos en todo el mundo porque así puede “incrementar sus beneficios” en base al hambre.
“Rusia está contenta con la subida de los precios mundiales de los alimentos. Mataron el acuerdo del grano del mar Negro exactamente para eso: para aumentar sus exportaciones y sus beneficios por hambre. Lo más triste de todo es que el chantaje de (el presidente ruso) Vladimir Putin lo pagarán los más vulnerables, sobre todo en varios países africanos”, publicó Kuleba en su cuenta de Twitter.
Por otra parte, Oleg Ustenko, asesor económico del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, declaró que habrá un desastre en todo el planeta si Ucrania no consigue usar sus puertos y los corredores de alimentos.
“En nuestros puertos tenemos ahora mismo grano listo para ser enviado al mundo. Estamos hablando de grandes cantidades de cereal, suficiente como para alimentar a seis millones de personas en todo el planeta. (...) Si Ucrania no es capaz de usar puertos y corredores, será un desastre para el mundo entero”, manifestó Ustenko.
También denunció los ataques del Ejército ruso contra varios puertos ucranianos en el mar Negro, que se han intensificado desde que Rusia se saliese del acuerdo del grano; un ataque con misiles contra Odesa ha destruido 60.000 toneladas de grano, lo que equivaldría a dejar sin alimento a 300.000 personas, según el asesor de Zelenski.
“Les encantaría ver hambre. Han entendido que las migraciones están creciendo y que va a acelerarse. Esta es la carta que van a jugar”, explicó Ustenko.
En ese sentido, ha opinado que la intención de Rusia es exacerbar la ya “precaria situación” en el Sur Global para provocar una nueva crisis migratoria en Europa y América del Norte, y que están comenzando a actuar de forma más “agresiva y barbárica” porque “se han dado cuenta de que no ganarán” la guerra en Ucrania.
Rusia y Ucrania alcanzaron a mediados de julio de 2022, con la mediación de Turquía y la ONU, un acuerdo para la exportación de productos agrícolas desde puertos ucranianos. Tras varias prórrogas, Moscú decidió a comienzos de semana poner fin al pacto al considerar que no se cumplía en su totalidad y se perjudicaban sus intereses.
De hecho, el presidente ruso aseveró que el 70 por ciento de las exportaciones desde puertos ucranianos ha ido a parar a países del primer mundo, especialmente miembros de la Unión Europea. Estados más necesitados, como Etiopía, Sudán, Somalia o Yemen apenas habrían recibido el tres por ciento de las mercancías.