Ucrania aseguró que el régimen ruso ha usado la información como “instrumento estratégico” de forma deliberada desde que llegó al poder el gobierno de Vladimir Putin y en la actualidad para influir en su población en el marco de la invasión.
“Empezando con la destrucción de los medios de comunicación independientes y con el asesinato de periodistas, el Kremlin ha creado una burbuja informativa que deja a millones de rusos en una realidad paralela”, declaró el asesor de la Misión de Ucrania ante la ONU, Serhiy Dvornyk, durante una sesión del Comité de Información de la ONU.
El diplomático cree que la sociedad rusa ha “sucumbido” a las noticias “falsas anti y ucranianas” con las que han sido “alimentados” durante dos décadas, y ha puesto como ejemplo las celebraciones de internautas rusos al video de la ejecución de un soldado ucraniano tras exclamar “¡Gloria a Ucrania!”.
Además, ha comparado los métodos de la propaganda rusa con la usada por los nazis por la “deshumanización del objetivo”, “la supremacía de una nación” y por la “fe en un líder”, algo que facilitaría a sus soldados estar listos para “matar y destruir”.
La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajarova, ha respondido acusando a Ucrania de asesinar al bloguero ruso Vladen Tatarsky con una bomba en una cafetería de San Petersburgo, algo que Dvornyk ha negado, alegando que su país “no recurre al terrorismo, al contrario que Rusia”.
“Su problema fue que, tras la retirada rusa de Jersón, se volvió extremadamente crítico con el Alto Mando del Ejército de Rusia”, añadió el diplomático ucraniano.
Según el Instituto de Información de Masas ucraniano, los rusos han cometido casi 500 crímenes contra los medios y los periodistas durante la invasión de Ucrania, en los que han muerto 52 trabajadores, entre ellos ocho periodistas. Además, 14 de ellos están desaparecidos, 21 han sido capturados por las tropas rusas y otros 17 han sido heridos.