Las autoridades de la ciudad de Járkov, en el noreste de Ucrania y bajo control de Kiev, han denunciado este domingo al menos cuatro muertos y 52 heridos en un bombardeo ruso sobre distintas partes de la capital de la disputada región homónima, uno de los principales epicentros de la guerra en el país.
El alcalde de Járkov, Igor Terejov, ha estimado en su cuenta de Telegram al menos cinco impactos de proyectiles rusos poco después del mediodía y ha avisado de que los ataques continúan.
Una de las explosiones ha afectado a un edificio residencial y otro de los impactos ha tenido lugar, asegura, en una escuela. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha informado por su parte que “una parte de Járkov se encuentra ahora sin electricidad y el metro está parado”.
Estos bombardeos tienen lugar de que Rusia denunciara al menos cinco muertos y más de un centenar de heridos en un ataque ucraniano sobre Sebastopol, que Moscú ha descrito como un crimen terrorista al haber sido efectuado con misiles de racimo, de alcance indiscriminado, en durante una festividad ortodoxa en la ciudad de Crimea.