Ucrania ha evitado hasta ahora cualquier avance importante de Rusia en el norte de la región de Donetsk, pero la presión se está intensificando con potentes bombardeos sobre la ciudad de Sloviansk y las zonas pobladas cercanas, dijo este miércoles el Ejército ucraniano.
Rusia y sus aliados separatistas ya controlaban la parte sur de la provincia de Donetsk cuando completaron la toma de la vecina región de Lugansk el domingo con la captura de la ciudad de Lisichansk, gran parte de la cual está ahora en ruinas.
Moscú afirma que expulsar a las fuerzas ucranianas de ambas regiones es fundamental para lo que llama su “operación militar especial” para garantizar su propia seguridad, una ofensiva de más de cuatro meses que Occidente califica de guerra no provocada.
Las provincias de Donetsk y Lugansk comprenden el Dombás, la región oriental y fuertemente industrial de Ucrania que se ha convertido en el mayor campo de batalla de Europa en generaciones.
En su nota vespertina del miércoles, el Ejército ucraniano sugirió que las fuerzas rusas estaban intensificando la presión sobre los defensores ucranianos en los flancos norteños de la provincia de Donetsk.
Los rusos estaban bombardeando varias ciudades ucranianas con armamento pesado para permitir el avance terrestre hacia el sur de la región y acercarse a Sloviansk, añadió.
“El enemigo está tratando de mejorar su posición táctica... (Avanzaron)... antes de ser rechazados por nuestros soldados y retirarse con pérdidas”, dijo la actualización militar ucraniana.
Otras fuerzas rusas, dijo, pretendían apoderarse de dos pueblos en ruta hacia la ciudad de Kramatorsk, al sur de Sloviansk, y también intentaban tomar el control de la principal carretera que une las provincias de Lugansk y Donetsk.
“Estamos conteniendo al enemigo en la frontera (Lugansk/Donetsk)”, dijo el gobernador de Lugansk, Serhiy Gaidai, a la televisión ucraniana. Más tarde, señaló que Lugansk todavía no estaba totalmente ocupada por las fuerzas rusas y que Rusia había sufrido “pérdidas colosales”.
Desmentido ruso
El Ministerio de Defensa ruso afirmó que no ataca a los civiles y este miércoles dijo que estaba utilizando armas de alta precisión para eliminar las amenazas militares.
Moscú aseguró que había destruido dos sistemas avanzados de cohetes HIMARS de fabricación estadounidense y sus depósitos de munición en la provincia de Donetsk. Ucrania lo negó y dijo que los estaba utilizando para infligir “golpes devastadores” a las fuerzas rusas.
En un videomensaje nocturno, el presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, dijo que los cazas ucranianos estaban realizando “golpes tangibles” contra objetivos logísticos rusos como los depósitos, afectando a su potencial ofensivo.
“Por fin ha empezado a funcionar con fuerza la artillería occidental, las armas que estamos recibiendo de nuestros socios. Y su precisión es exactamente lo que se necesita”, dijo.
Ucrania ha suplicado repetidamente a Occidente que envíe más armas para repeler la invasión que ha matado a miles de personas, desplazado a millones y arrasado ciudades.