El asesor de la Presidencia de Ucrania, Mijailo Podoliak, aseguró este martes en que Kiev no tuvo nada que ver con el sabotaje del gasoducto Nord Stream en aguas del Báltico en septiembre del año pasado, rechazando así las últimas informaciones publicadas por el diario estadounidense ‘The New York Times’.

Las declaraciones de Podoliak se dan después de que el mencionado diario haya publicado esta martes un artículo en el que señala que la Inteligencia de Estados Unidos cuenta con informes sobre la participación de un grupo pro ucraniano en el sabotaje. Por su parte, una investigación de la prensa alemana apunta sostiene que el ataque se perpetró desde un yate alquilado en una empresa con sede en Polonia, propiedad de dos ucranianos.

“Aunque disfruto coleccionando divertidas teorías conspiranoicas sobre el Gobierno ucraniano, tengo que decir que Ucrania no tiene nada que ver con el percance del mar Báltico y no tiene información sobre “grupos pro sabotaje ucranianos”, manifestó Podoliak en su perfil oficial de la red social Twitter.

Por su parte, la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, reaccionó también a las informaciones publicadas por el diario estadounidense y, lejos de celebrarlo, ha criticado que estas filtraciones dificultan la investigación de los hechos, según recoge la agencia TASS.

“En lugar de filtrar a los regímenes occidentales en relación con el incidente, debemos responder a las solicitudes oficiales de la parte rusa y, como mínimo, tener en cuenta los materiales de la investigación periodística de (el periodista estadounidense Seymour) Hersh, sin reemplazarlos con cosas anónimas”, señaló Zajarova.

La portavoz de la diplomacia rusa ha aludido así a una información publicada por Hersh hace varias semanas en la que acusaba a la Marina de Estados Unidos de estar detrás de las explosiones registradas en los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2 en septiembre.

Dentro de la ronda de reacciones, el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, abogó por esperar a los resultados de las investigaciones en marcha y no aventurarse a “especular” quién pudo estar detrás del ataque a “una infraestructura crítica para Europa”.