Tras una serie de presiones de parte de Estados Unidos, Kiev llegó a un entendimiento con Washington sobre un acuerdo sobre minerales que los funcionarios ucranianos esperan que mejore las relaciones con la administración Trump y allane el camino para un compromiso de seguridad estadounidense a largo plazo.
La administración Trump había presionado al Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, para que devuelva la ayuda bélica estadounidense con un acuerdo de este tipo, en medio de una presión más amplia para llegar a un acuerdo de paz con Rusia.
Los funcionarios ucranianos dicen que Kiev ahora está lista para firmar el acuerdo sobre el desarrollo conjunto de sus recursos minerales, incluidos el petróleo y el gas, después de que Estados Unidos abandonara sus demandas de un derecho a US$ 500 mil millones en ingresos potenciales por la explotación de los recursos.
Aunque el texto carece de garantías de seguridad explícitas, los funcionarios argumentaron que habían negociado términos mucho más favorables y describieron el acuerdo como una forma de ampliar la relación con Estados Unidos para apuntalar las perspectivas de Ucrania después de tres años de guerra.
“El acuerdo sobre los minerales es sólo una parte del asunto. Hemos escuchado en múltiples ocasiones de la administración estadounidense que es parte de un panorama más amplio”, dijo el martes al Financial Times Olha Stefanishyna, viceprimera ministra y ministra de Justicia de Ucrania que ha liderado las negociaciones.
El diario recordó que los términos altamente costosos del borrador original -que el presidente Donald Trump presentó como un medio para que Ucrania reembolsara a Estados Unidos la ayuda militar y financiera desde la invasión a gran escala de Rusia en 2022- provocaron indignación en Kiev y otras capitales europeas.
Después de que el presidente Volodymyr Zelensky rechazara ese texto inicial la semana pasada, Trump lo llamó “dictador” y pareció culpar a Ucrania por iniciar la guerra. La versión final del acuerdo, fechada el 24 de febrero y que fue revisada por el Financial Times establecería un fondo al que Ucrania aportaría el 50% de los ingresos procedentes de la “futura monetización” de los recursos minerales estatales, incluidos el petróleo y el gas, y la logística asociada.
“El fondo invertiría en proyectos en Ucrania. Excluye los recursos minerales que ya contribuyen a las arcas del gobierno ucraniano, lo que significa que no cubriría las actividades existentes de Naftogaz o Ukrnafta, los mayores productores de gas y petróleo de Ucrania. Sin embargo, el acuerdo omite cualquier referencia a las garantías de seguridad estadounidenses, que Kiev había exigido originalmente a cambio de aceptar el acuerdo. También deja cuestiones cruciales, como el tamaño de la participación estadounidense en el fondo y los términos de los acuerdos de “propiedad conjunta”, que se resolverán en acuerdos posteriores”, indicó el diario.
Después de tres años en los que Estados Unidos fue el principal donante de ayuda militar a Kiev, Trump ha revertido la política de Washington al iniciar conversaciones bilaterales con
Tensa relación con Europa
Este acuerdo ocurre en medio de la tensión existente entre Europa y Estados Unidos por el reciente acercamiento de este último con Europa.
Porque si desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos ha sido un estrecho aliado de Europa, el acercamiento de Trump y Putin y la postura de Estados Unidos en recientes votaciones realizadas en la ONU complican a Ucrania y hacen temer por la seguridad europea.
Este lunes, Nueva York fue la cede de votaciones de la Asamblea General de la ONU, ocasión que se puso en discusión el futuro de la guerra de Rusia en Ucrania. Desde Ucrania, se presentó una resolución en que se pide la condena a Rusia por sus agresiones armamentistas, al igual que la solicitud de la retirada de las tropas rusas del territorio ucraniano. El resultado de la votación resultó en 93 votos a favor, 18 en contra y 65 a favor, con Estados Unidos generando molestias con su voto en contra de la moción.
Según la BBC, este voto sirve como una manera para Estados Unidos de explicitar su acercamiento con Rusia. Lazos que ya se habían hecho notar mediante reuniones que Donald Trump había sostenido con Vladimir Putin para lograr la paz entre el Kremlin y Kiev, conversaciones en las que Ucrania no ha sido incluida.
El medio New York Times reportó que el cambio de postura de Estados Unidos ha provocado conmoción en otros líderes europeos, quienes han puesto en marcha reuniones y estrategias para mantener activas sus relaciones positivas con la poderosa nación.
El medio norteamericano ha mencionado también que tanto Gran Bretaña como Francia han hecho saber sus preocupaciones respecto a cómo la nueva alineación de Estados Unidos afectará a al conflicto bélico en Ucrania y por consecuente a Europa.
Este lunes, Emmanuel Macron coordinó una visita a la Casa Blanca, cuyos detalles no se han hecho públicos. A pesar de sus previas declaraciones, en que mencionó que le pediría a Trump “no ser débil” ante influencias rusas, el líder francés se demostró amistoso en sus interacciones públicas con Trump, quién recibirá a otras figuras prominentes de la política europea.
Y para este jueves está calendarizada la llegada del primer ministro británico Keir Starmer a Washington. Starmer ha mencionado en ocasiones anteriores, “estar dispuesto a asignar tropas con la misión de salvaguardar la paz en Ucrania, pero que requeriría del apoyo de Estados Unidos”.
