La Comisión Europea aprobó hoy los llamados "planes de contingencia" para los sectores potencialmente más afectados por un Brexit sin acuerdo. Es decir, por primera vez Bruselas apretó una especie de botón de pánico ante un posible divorcio sin acuerdo entre Londres y Bruselas.

Ante el riesgo, el Ejecutivo comunitario ofreció una prórroga de las normas vigentes de entre nueve y 12 meses desde el 29 de marzo de 2019 (cuando se hará efectiva la salida de Reino Unido de la UE) en el sector financiero y en el transporte aéreo y por carretera. Pero se trata de una oferta muy restringida que solo permitirá mantener servicios esenciales y mitigar los elevados daños que se esperan en caso de ruptura sin acuerdo.

Los documentos aprobados redoblan la presión sobre el Parlamento británico, donde se mantiene una resistencia feroz a ratificar el acuerdo de salida negociado por el gobierno de Theresa May y la Comisión Europea. El plan de emergencia deja claro que sin ese acuerdo se perderán todos los beneficios derivados del período transitorio (hasta diciembre del 2020), en el que Reino Unido y Gibraltar seguirían disfrutando de un acceso sin cortapisas al mercado interior europeo.

El plan aprobado por la Comisión consta de 14 medidas en áreas como los servicios financieros y el transporte aéreo y por carretera, entre otros. Bruselas se había resistido hasta ahora a concretar las medidas de contingencia previstas en caso de descarrilamiento del Brexit para no alimentar una espiral de pánico entre las empresas.

"La Comisión considera esencial y urgente adoptar estas medidas hoy para garantizar que las medidas de contingencia puedan entrar en vigor el 30 de marzo y limitar así los daños más significativos causados por un escenario de no acuerdo en áreas como servicios financieros, transporte aéreo, aduanas, y política climática, entre otras", señaló el organismo comunitario. "Se trata de pasar de un Brexit abrupto a un aterrizaje suave", indicó el vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis, al anunciar el plan.

* Sector aéreo

En el sector aéreo, Bruselas ofrece una tregua de solo 12 meses, hasta el 30 de marzo de 2020. Durante ese período, se podrán realizar los vuelos desde Reino Unido a los 27 países de la Unión Europea. Pero solo de "punto a punto", es decir, sin posibilidad de realizar conexiones o escalas hacia terceros países. Se trata, según la Comisión, de garantizar solo "una conectividad básica que cubra las necesidades de la economía de los Estados miembros".

El documento confirma que las líneas aéreas con capital mayoritario británico perderán la licencia comunitaria tras la salida de Reino Unido, una amenaza que pesa sobre compañías como Iberia (parte del grupo británico IAG). Bruselas urge a las compañías afectadas a adoptar las medidas necesarias para garantizar "la continuidad de su negocio".

* Carretera

Los plazos serán más perentorios aún para el sector del transporte por carretera. La Unión Europea solo concede nueve meses de prórroga, hasta el 31 de diciembre de 2019. Durante ese período, se permitirá la entrada de mercancías en territorio de la UE siempre y cuando Londres reconozca un derecho recíproco a los camiones procedentes del continente.

Los transportistas británicos, sin embargo, solo podrán ir a un destino europeo final sin aprovechar el viaje para realizar otros transportes. El transporte de pasajeros por autobús y el transporte ferroviario y marítimo podrán continuar, en principio, sin ningún contratiempo gracias a la aplicación de normas internacionales.

* Finanzas

Los servicios financieros también estarán protegidos temporalmente por los planes de contingencia, pero también de manera muy limitada en el ámbito de aplicación y en el plazo.

Y las medidas están pensadas para facilitar la actividad que las empresas europeas realizan en la City londinense, pero dejan fuera a los bancos y aseguradoras británicos, que el 30 de marzo ya no podrían operar en el mercado comunitario a menos que se establezcan en alguno de los 27 países de la Unión Europea.

La tregua beneficiará en concreto a las cámaras de compensación y a los depositarios de valores, dos de las actividades más lucrativas de la City.

Esos servicios podrán seguir siendo utilizados por las compañías europeas durante 12 y 24 meses, respectivamente. Bruselas también ofrece una tregua de 12 meses en el tratamiento de los derivados financieros, un mercado billonario dominado por Londres.