Dmitri Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia y aliado del Presidente Vladimir Putin, afirmó el lunes que Ucrania forma parte de Rusia y descartó conversaciones de paz con los actuales dirigentes ucranianos.
En un belicoso discurso pronunciado en el sur de Rusia, Medvedev -que vestía un terno azul claro al estilo del líder norcoreano Kim Jong Un- afirmó que Rusia proseguiría lo que denomina su “operación militar especial” hasta que la otra parte capitule. Dijo que lo que llamó partes históricas de Rusia deberían “volver a casa”.
Medvedev hablaba frente a un mapa de Ucrania que mostraba al país como un trozo de territorio sin salida al mar mucho más pequeño y junto a Polonia, con Rusia en control total de su este, sur y costa del mar Negro.
“Uno de los antiguos dirigentes ucranianos dijo en algún momento que Ucrania no es Rusia”, afirmó Medvédev. “Ese concepto debe desaparecer para siempre. Ucrania es definitivamente Rusia”, dijo entre aplausos del público.
Medvedev descartó la posibilidad de entablar conversaciones de paz con los actuales dirigentes ucranianos, encabezados por el presidente Volodímir Zelenski, y afirmó que cualquier futuro gobierno ucraniano que desee entablar conversaciones deberá reconocer lo que él denominó la nueva realidad sobre el terreno.
Al comentar las relaciones Este-Oeste, Medvedev, que acusó a las fuerzas especiales y asesores militares estadounidenses de librar una guerra contra Rusia, afirmó que los lazos entre Moscú y Washington estaban peor que durante la crisis de los misiles cubanos de 1962.