Un Macron debilitado se obstina con su reforma de pensiones y afina estrategia frente a crisis
Luego del fracaso de las dos mociones de censura contra el gobierno francés, el presidente planea sus próximos movimientos en medio de la crisis desatada por su polémico proyecto. Para salir al paso de las críticas, acordó una entrevista televisiva para este miércoles en el Elíseo.
Se habló de alivio, pero también de derrota. Este lunes se votaron y rechazaron en la Asamblea Nacional de Francia las dos mociones de censura que pretendían tumbar el gobierno de la primera ministra Élisabeth Borne, como respuesta a su uso del artículo 49.3 de la Constitución para aprobar la reforma de pensiones sin debate parlamentario.
Y a pesar de que se esperaba que el gobierno se mantuviera en pie, la distancia por la cual se salvó fue mucho menor a la esperada: a favor de la moción votaron 278 diputados, cuando se necesitaban 287 para que se respaldara la iniciativa. Con esto, la primera ministra se queda en su puesto, y la amenaza del Presidente Emmanuel Macron de disolver la Asamblea en caso de que se censurara a su gobierno se aleja.
Aprobada entonces la reforma, la crisis social continúa, y los distintos sindicatos siguen con los llamados a movilizarse, mientras en distintas ciudades de Francia las manifestaciones escalan en violencia.
La mañana de este martes, desde el Palacio del Elíseo, Macron sostuvo una reunión con sus colaboradores más cercanos, en miras a sacar los balances de la jornada anterior. Desde esos colaboradores, la prensa francesa pudo filtrar los planes del Ejecutivo para enfrentar la crisis. El mandatario no pretende “ni disolver la Asamblea Nacional ni remodelar el gobierno, ni convocar a un referéndum sobre la reforma de pensiones para bajar los ánimos”, señalaron desde el palacio presidencial. Lo que sí pidió el presidente a sus colaboradores fue hacer, “de acá a máximo dos o tres semanas”, distintas proposiciones para un “cambio en el método y la agenda de reformas”.
Este miércoles, además, a las 13.00, el mandatario acordó una entrevista a los canales de televisión TF1 y France 2, desde el Elíseo. Como se espera, el presidente responderá preguntas sobre la impopular reforma de pensiones, además de su decisión de haber forzado su aprobación usando el artículo 49.3.
Esta vuelta al espacio público viene luego de algunos cuestionamientos a Macron, en que se le culpaba de haber puesto a la primera ministra Élisabeth Borne “en primera línea” durante la crisis de la reforma de pensiones, mostrándose ausente él mismo mientras se discutía una de sus promesas de la última campaña presidencial. De su partido, Renacimiento, la diputada Violette Spillebout aseguró en una entrevista televisiva estar “siempre favorable a que Emmanuel Macron tome la palabra frente al público”.
En tanto, en la mayoría de las ciudades de Francia las manifestaciones continúan. En París, a partir del lunes algunas universidades se encuentran en toma para protestar contra la reforma de pensiones, que sube de 62 a 64 la edad de jubilación en el país para 2030.
En Lyon, la segunda ciudad más grande, los sindicatos bloquearon puentes clave para impedir el ingreso a la urbe, según pudieron constatar los periodistas. En la refinería petrolera de Feyzin y la central nuclear de Bugey se votó entre los trabajadores una huelga, de tal modo que los accesos a ambos lugares amanecieron bloqueados por sus empleados.
En Nantes, otra urbe particularmente proclive a las manifestaciones, se intentó una “operación ciudad muerta”, que perturbó la circulación en el lugar y suscitó la reacción de la policía. Aún hay piquetes de huelga, en particular frente a los depósitos de basura y limpieza de Nantes Métropole. Más al sur, en Toulouse, hubo un corte de electricidad reivindicado por la Central General de Trabajadores de la Energía en la región. Con una duración de cerca de 40 minutos, el desabastecimiento afectó a unos 35 mil usuarios.
Para este jueves se convocó a una nueva jornada de huelga, la novena desde hace dos meses, contra la reforma de pensiones.
La crisis política afectó gravemente la popularidad del Presidente Emmanuel Macron, que si bien ganó la reelección en abril 2022, perdió muchos escaños en las legislativas de junio. Según un sondeo bimensual de IFOP publicado por Journal du Dimanche, el 28% de los encuestados se muestra “satisfecho” con la gestión del mandatario, versus un 70% de descontentos. El número es más bajo que aquel que tuvo a inicios de 2019, cuando recién se salía de la crisis de los “chalecos amarillos”.
Desde el partido oficialista Renacimiento, el diputado Gilles Le Gendre afirmó a Libération: “Estamos todos debilitados. El presidente, el gobierno y la mayoría parlamentaria. La crisis que enfrenta el país es de una gravedad sin proporciones en relación con el objeto que la gatilló, esta reforma de pensiones, cuyo costo político y social es exorbitante en relación con su rendimiento financiero modesto”.
Asimismo, el diputado de la misma colectividad Patrick Vignal aseguró en una entrevista este lunes: “Es preciso poner esta reforma de las pensiones en stand by”. Aún considerando necesaria la reforma, el parlamentario aseguró que “no se puede gobernar todo el tiempo con el 49.3″.
Precisamente este martes, durante una sesión parlamentaria de interpelación al Ejecutivo, la líder de La Francia Insumisa en la Asamblea Nacional, Mathilde Panot, le aseguró a Élisabeth Borne: “Señora primera ministra, ¡usted va a ceder! Va a ceder, porque sigue ahí gracias a solo nueve votos. Va a ceder, porque dos de cada tres franceses desean su partida. Va a ceder, porque usar la fuerza contra el pueblo, el sindicato y el Parlamento es una locura”.
Por su parte, la revista Marianne lanzó este martes una petición de referéndum de iniciativa compartida, con el fin de “darle la palabra a la gente” en el tema de la reforma de pensiones. “Ningún demócrata sincero puede mirar sin inquietud la escala que toma la crisis social y política alrededor de la reforma de pensiones. Más allá de las opciones ideológicas, más allá, incluso, de lo que uno piense sobre el fondo de esta reforma, la urgencia ahora es encontrar una salida política capaz de reunificar a la nación”, indica la petición lanzada por la publicación.
En Le Canard enchaîné, uno de los periódicos satíricos más seguidos de Francia, acusan el debilitamiento de Élisabeth Borne durante la crisis: “El estado de fatiga de la primera ministra angustia en el oficialismo. El Elíseo teme un ‘borne-out’ que obligue a encontrarle un sucesor”.
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