Un total de 116 ciudades en el estado de Bahía, en el noreste de Brasil, estaban bajo estado de emergencia este martes debido a las inundaciones causadas por fuertes lluvias que han golpeado la región desde fines de noviembre.

Diversas ciudades en al menos otros cinco estados del norte y sureste de Brasil también han sufrido inundaciones en días recientes.

En Bahía, las inundaciones han afectado a más de 470.000 personas. En al menos 50 ciudades, el agua entró a hogares y negocios, y las personas se vieron obligadas a abandonar sus pertenencias. Según datos del gobierno estatal, 34.163 personas se han quedado sin hogar y casi 43.000 han sido desplazadas.

En total, 21 personas han muerto y 358 han resultado lesionadas desde principios de mes.

Bahía no había tenido precipitaciones tan fuertes en los últimos 32 años, según el sitio web del Centro Nacional para el Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales, una agencia gubernamental. En el sur de Bahía llovió más de cinco veces la cantidad usual para esta época del año.

En una entrevista este martes con estaciones de radio locales, el gobernador de Bahía, Rui Costa, comparó la situación con un “bombardeo”, y agregó que se perdieron vacunas contra el Covid-19 en algunas ciudades debido a las inundaciones.

“Algunas oficinas de salud municipales y almacenes de medicamentos quedaron completamente bajo el agua”, agregó.

El martes, las autoridades aconsejaron a los residentes de al menos cuatro municipios de Bahía dejar sus hogares debido a la crecida del río Pardo causada por la apertura de las compuertas de la represa Machado Minero, en el estado aledaño Minas Gerais, según el departamento asesor del gobierno.

El superintendente de Defensa Civil de Bahía, coronel Miguel Filho, dijo a The Associated Press que todavía hay ciudades inundadas y aisladas, y las lluvias continúan.

“Nuestra primera respuesta es ayudar, luego dar albergue para atender a la población ahí con asistencia humanitaria, sábanas, cobijas, alimentos”, dijo.

Añadió que hay al menos otras cinco presas de Bahía que están en peligro de reventar. Puentes y caminos federales y estatales quedaron destruidos y han sido reconstruidos de manera provisional para permitir el traslado de alimentos y otros artículos para personas necesitadas.

“Aún no tenemos una lista completa de los daños causados, o de la cantidad de estructuras que necesitará reemplazarse”, dijo el gobernador Costa. “No es posible estipular un plazo para la recuperación, porque aún no tenemos la dimensión. Estamos garantizando el acceso, las desviaciones, la estructura temporal para que las personas puedan ir y venir”.

Las lluvias por encima del promedio se deben al fenómeno atmosférico de La Niña, que incrementa las precipitaciones en algunas partes de Brasil, incluyendo Bahía, indicó el Ministerio de Ciencia del gobierno en un comunicado difundido la semana pasada.

Carlos Nobre, un reconocido climatólogo, explicó a The Associated Press que la intensidad de las lluvias registradas en Bahía se debe al calentamiento global.

“Es de esperarse que este tipo de fenómenos se vuelvan cada vez más comunes. Es la manera como el planeta responde. La evaporación de los océanos es mayor, y con más vapor de agua en la atmósfera, existen más condiciones para más lluvias intensas, como lo vimos en Europa y China hace unos meses”, dijo el experto, quien también mencionó otros fenómenos meteorológicos que se han vuelto más intensos y frecuentes, como las sequías, los huracanes y los incendios.

El gobierno federal ha autorizado un gasto de emergencia por 80 millones de reales (14,2 millones de dólares) tan sólo para el estado de Bahía. Se destinarán fondos adicionales a otras regiones afectadas por las lluvias en semanas recientes y que aún sufren las consecuencias.

En el estado de Tocantins, vecino a Bahía, en la región norte de Brasil, había 22 municipios afectados por las lluvias hasta la tarde del martes. El director ejecutivo de la oficina estatal de defensa civil, el mayor Alex Matos, dijo a la AP que se prevé que la cifra aumente en las próximas horas.

“Pronosticamos que se incremente el volumen del río Araguaia, lo que llenará todavía más al río Tocantins”, aseguró.