El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alertó de que la crisis sin precedentes que desde hace tres años azota Líbano “ha destrozado” los sueños y el futuro de miles de niños y jóvenes que ven como única salida una inmigración que pone en riesgo sus lazos familiares
En su informe “Infancias desposeídas: pobreza infantil en el Líbano asolado por la crisis”, el organismo señaló de que la devastadora crisis que se vive en el país de los cedros desde hace tres años ha perjudicado todos los aspectos de la vida de los más pequeños.
“Los niños crecen sin suficiente comida, sin un acceso adecuado a la atención médica y, en algunos casos, trabajando para mantener a sus familias”, lamentó el representate de UNICEF en Líbano, Edouard Beigbeder.
“Se necesitan reformas críticas para salvaguardar el futuro de estos niños. El Gobierno debe implementar medidas urgentes de protección social, garantizar el acceso a una educación de calidad para todos ello, y fortalecer los servicios de atención primaria de salud y protección infantil”, reclamó
Una de las conclusiones que ofrece este informe revela que que los menores y los jóvenes son cada vez más conscientes de las dificultades por las que atraviesan sus familias, por lo que, una vez se han dado por vencidos, apuestan por salir de Líbano como única manera de lograr un mejor futuro.
La combinación de privaciones, la pérdida de esperanza y de confianza en aquellos que deberían proveerles de lo necesario para una vida digna, está provocando un aumento de las tensiones en los núcleos familiares, afectando ello a la salud mental de los menores, que tampoco tienen la posibilidad de poder acceder a tratamientos de este tipo de dolencias.
“Estas tensiones, alimentadas aún más por la polarización entre y dentro de las comunidades, han llevado a un aumento de la violencia, incluso en los hogares y las escuelas”, ha puesto de relieve UNICEF, que avisa que “muchas calles y vecindarios ya no son seguros, lo que limita aún más el derecho de los niños y niñas a jugar”.
Algunas conclusiones del informe
El 84 por ciento de los hogares no tiene suficiente dinero para cubrir sus necesidades, mientras que el 38 por ciento de estos núcleos familiares han tenido que disminuir el gasto en educación. Una cifra que alcanza el 60 por ciento en quienes han tenido que recortar en tratamientos médicos.
El 70 por ciento de los hogares tienen que pedir dinero prestado para comprar alimentos y el 36 por ciento de los tutores se sienten menos tolerantes con sus hijos y los tratan con más dureza.
“La pobreza infantil a todos los niveles requiere una respuesta también multidimensional”, apunta Beigbeder, para quien es necesario fortalecer el sistema de protección social de Líbano para que se puedan garantiza los derechos fundamentales de los más pequeños.