El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha solicitado que no se le dé la espalda a los niños y niñas de Ucrania y a los que están en el Cuerno de África, Afganistán y Yemen, que también están sufriendo las consecuencias de la invasión de Rusia a Ucrania.

“Los niños de Afganistán, Yemen o el Cuerno de África están pagando un precio mortal por una guerra lejos de sus fronteras”, ha alertado el vicedirector ejecutivo de Unicef, Omar Abdi, en la reunión del Consejo de Seguridad sobre el mantenimiento de la Paz y la Seguridad en Ucrania.

Según un balance proporcionado por Naciones Unidas, en Ucrania, durante el último mes, las organizaciones internacionales han verificado que casi 100 niños han sido asesinados, y estiman que las cifras reales son considerablemente más altas.

La educación también peligra. Hasta la semana pasada, al menos 15 de 89 -una de cada seis escuelas apoyadas por el organismo en el este de Ucrania- han sido dañadas o destruidas desde el comienzo de la guerra en el país, tal y como ha denunciado Unicef.

Así, el organismo ha exigido que cesen lo ataques. “Todas las partes deben cumplir con su obligación legal y moral de proteger a los civiles y la infraestructura civil, respetar el derecho humanitario, los derechos humanos y garantizar que se respeten los derechos de los niños”, ha dicho.

Unicef ha solicitado, así, que se garanticen “soluciones creativas, polifacéticas y flexibles que combinen métodos de baja y alta tecnología para llegar a todos los niños y minimizar las interrupciones en su aprendizaje”.

Naciones Unidas denuncia que la situación de los niños y sus familias en las zonas afectadas por el conflicto sin acceso a ayuda humanitaria sigue siendo “desoladora”. Los niños y sus padres hablan de un ‘”infierno”, en el que se ven obligados a pasar hambre, a beber en charcos de barro y a refugiarse de los constantes ataques y bombardeos, esquivando bombas, balas y minas terrestres mientras huyen.

Impacto de la guerra en otros países

Asimismo, Unicef advierte que la guerra en Ucrania también ha tenido un impacto “devastador” en los niños más vulnerables a nivel mundial, ya que los precios globales de los alimentos y el combustible se han disparado a máximos históricos.

Los niños ya afectados por otros conflictos y las crisis climáticas en todo el mundo, desde Afganistán hasta Yemen y el Cuerno de África, “están pagando ahora un precio mortal por otra guerra lejos de sus fronteras”, ha señalado. “Las repercusiones de la guerra en Ucrania seguirán afectando a todo el mundo”, ha agregado la organización.

“Una vez más, como personal humanitario, haremos todo lo posible para seguir atendiendo las necesidades de los niños afectados por esta guerra, para proporcionarles seguridad, estabilidad y protección, pero nunca será suficiente”, ha lamentado el vicedirector ejecutivo de Unicef, Omar Abdi, sentenciando que “en definitiva, los niños necesitan que se ponga fin a esta guerra”, ya que “su futuro está en juego”.