La Unión Africana dio un ultimátum de 15 días a la junta de Níger para que restablezca el gobierno democráticamente elegido del país, justo cuando los golpistas se reunieron con funcionarios de alto rango para discutir cómo dirigirán el país y mientras Estados Unidos y la Unión Europea amenazaban con imponer sanciones al régimen.
El general de brigada Mohamed Toumba, uno de los militares que derrocaron al presidente Mohamed Bazoum el miércoles, declaró a la televisión estatal que la junta se reunió el viernes con funcionarios y les pidió que continuaran trabajando como de costumbre tras la suspensión de la Constitución. “El mensaje que se dio fue que no se detuvieran los procesos en curso, que se siguiera adelante”, declaró el general de brigada Toumba.
“Todo lo que haya que hacer se hará”, afirmó, dando a entender que la intención del régimen dirigido por el general Abdourahmane Tchiani, también conocido como Omar, es permanecer en el poder.
Tras su reunión del viernes, el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana manifestó su preocupación por el “alarmante resurgimiento” de golpes de Estado que socavan la democracia y la estabilidad en el continente. Pidió a los soldados que “regresen inmediata e incondicionalmente a sus cuarteles y restablezcan la autoridad constitucional, en un plazo máximo de quince días”.
Bazoum, cuyo estado y el de sus oficiales sigue sin conocerse desde el derrocamiento del gobierno, también debe ser liberado inmediata e incondicionalmente, señaló la UA. De no hacerlo, el bloque se verá obligado a tomar “las medidas necesarias, incluidas medidas punitivas contra los autores”.
El sábado, en las calles de Niamey, la capital nigeriana, la situación parecía volver a la normalidad, aunque varios miembros de la comunidad internacional seguían encerrados en hoteles abarrotados de extranjeros, muchos de los cuales habían recibido instrucciones de no salir.
La población local está a la espera de lo que ocurra, y muchos siguen apoyando a Bazoum, quien todavía no ha dimitido.
“Estoy con él, hace un buen trabajo. (Pero) ¿Qué podemos hacer?”, dijo Mohamed Cisse, un vendedor ambulante. “Este es el momento (del nuevo líder), el tiempo de Bazoum ha terminado”.
Tchiani, el líder de la junta y comandante de la guardia nacional de Níger, es cercano al expresidente nigeriano Mahamodou Issoufou, quien dejó el puesto en 2021 tras una década en el poder.
La toma del poder de Tchiani reforzará la especulación de que Issoufou está detrás el golpe, de acuerdo con Ulf Laessing, titular del programa Sahel en la Fundación Konrad Adenauer, un centro de investigación y consultoría de Alemania.
Estados Unidos amenazó con suspender el apoyo económico a Níger y la Unión Europea anunció una suspensión inmediata sin tiempo definido de apoyo presupuestario y asistencia en seguridad.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, quien está en Australia como parte de una gira en el Pacífico, calcula que la sociedad económica y de seguridad entre su país y Níger representa cientos de millones de dólares y señaló que su continuidad depende de “la continuación del gobierno democrático y del orden constitucional”.
“Así que esa asistencia, ese apoyo, está bajo claro riesgo como resultado de estas acciones, otro motivo por el cual necesitan ser revertidas inmediatamente”, dijo Blinken.
Aunque no hay señales de que la junta dé marcha atrás conforme aumenta la presión internacional, los analistas pidieron sinergia en las intervenciones de la comunidad internacional y organizaciones continentales como la UA y el bloque regional de ECOWAS, que tiene programado reunirse por el golpe el domingo.