La Unión Europea anunció este lunes 25 millones de euros en ayuda humanitaria para aliviar la situación de los colectivos más vulnerables en la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este. Esta ayuda es anunciada mientras continúa el bloqueo a los fondos a la Autoridad Palestina por parte de la Comisión Europea, que los condiciona a reformas educativas relacionadas con el currículo escolar.

“La UE sigue solidaria con el pueblo palestino. Esta financiación humanitaria apoyará el acceso de las familias palestinas a los servicios básicos y la asistencia, que ahora es aún más urgente debido al aumento de los precios y la escasez de alimentos como consecuencia global de la agresión rusa contra Ucrania”, ha subrayado el comisario de Gestión de Crisis, Janez Lenarcic, en un comunicado.

Igualmente ha denunciado los continuos desalojos de civiles y demoliciones de sus casas, escuelas e infraestructura básica. “Esto tiene que parar”, ha reclamado el comisario esloveno, tras las últimas acciones israelíes.

Bruselas mantiene el bloqueo de los fondos humanitarios de 2021, a propuesta del comisario de Vecindad, Oliver Varhelyi, que condicionó el desembolso a una reforma educativa en Palestina, tras la polémica sobre si los libros de texto en las escuelas promueven el odio y la violencia hacia Israel.

Se espera que el tema salga en el Consejo de Asuntos Exteriores, después que el ministro de Exteriores irlandés, Simon Coveney, haya expresado su “frustración” por el bloqueo de más de 300 millones de euros. “Tuvimos un debate y todos los ministros menos uno pidieron el desembolso de los fondos. Seguimos sin progresos”, ha denunciado.

Coveney ha recordado que los fondos bloqueados provienen de los Estados miembros y precisamente los Veintisiete han exigido desbloquear la situación. “La UE debe dar una señal de que estos fondos se desembolsarán y cualquiera que sea la razón del bloqueo hay que encontrar una forma de desbloquearlo”, ha defendido, insistiendo en que el bloque debe aportar estabilidad en una región que sufre “tensiones”.

Hace un mes, Irlanda lideró una iniciativa junto a otros 14 Estados miembros en la pidieron por carta al comisario húngaro que diera marcha atrás e hiciera llegar los fondos a la Autoridad Palestina para brindar servicios básicos. La misiva, muy crítica con la actitud de Varhelyi, recordó que la Autoridad Palestina está embarcada en una “ambiciosa” reforma educativa y reclamó “empoderar a voces moderadas frente a aquellos actores más radicales”.

Esta ayuda resulta clave en unos territorios donde casi la mitad de la población está en situación de necesidad de asistencia humanitaria y en los que las consecuencias de la guerra en Ucrania han resultado en un encarecimiento de los precios de los alimentos y la energía. Los cálculos de Bruselas son que 1,79 millones de personas en Palestina sufren seguridad alimentaria.