La ofensiva a Rafah, ciudad en la frontera de la Franja de Gaza con Egipto, ha elevado aún más las tensiones entre Israel y Occidente. En una operación de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) que ha ido invadiendo ciudades de norte a sur durante semanas en el enclave palestino, la diplomacia internacional está viendo con preocupación como solo queda una última ciudad para que los civiles evacúen.
El alto representante en Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, criticó la operación y llegó a plantear un “embargo de armas” a Israel. “Parece que Israel está llevando a cabo una nueva operación. (El primer ministro Benjamin) Netanyahu quiere que 1,7 millones de personas sean evacuadas sin decir dónde pueden ser evacuadas”, aseguró.
La sugerencia de un embargo de armas vino luego de que el jefe de la diplomacia europea considerara “insoportable” la alta tasa de muertes civiles en Gaza. El presidente norteamericano, Joe Biden, también se había mostrado reticente frente a los planes de Netanyahu en Rafah.
A la llegada de una reunión informal de ministros de Desarrollo en Bruselas, Borrell señaló: “Quizás haya algo más que hacer que manifestar preocupación”. Aunque se mostró contento por la liberación de dos rehenes de Hamas, aseguró que hay que tomar medidas en contra del avance en Rafah: Egipto advirtió que no podrá continuar la ayuda humanitaria si la ciudad es atacada. “La situación con Egipto es muy tensa y estamos muy preocupados por lo que pueda pasar ahí”, indicó.
También condenó el llamado del primer ministro Netanyahu a “evacuar” al más de un millón de palestinos concentrados en Rafah. “Que van a evacuarlos… ¿A dónde? ¿A la Luna?”, criticó el jefe de la diplomacia europea.
Borrell también señaló que el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken –que la semana pasada terminó su quinta gira en cuatro meses por Medio Oriente para impulsar una eventual tregua entre las dos partes del conflicto–, había estado “rogando” a Netanyahu “que dejara de matar gente”.
“Incluso el propio Presidente Biden dice que esta acción es desproporcionada y que la tasa de muertos es insoportable y ha pedido a Israel que no siga en ese camino. Pero, aparte de palabras, ¿qué creen que se debe hacer? Si piensas que la tasa de muertos es demasiado alta, ¿tienes alguna posibilidad de hacer que sea más baja?”, indicó Borrell. Consultado sobre qué se puede hacer al respecto, aseguró que dejar de vender armas a Israel.
Estados Unidos es, de momento, el principal proveedor de armas en Israel, al ser responsable del 80% de sus importaciones bélicas. De ahí, los países europeos, y sobre todo Alemania, también figuran como proveedores: en enero, Berlín reportó que el aumento de las exportaciones bélicas pasó de 32 a 303 millones de euros.
En tanto, la justicia holandesa ordenó al Ejecutivo detener el envío a Israel de piezas de aviones F-35, fabricadas por Estados Unidos, pero distribuidas desde la base militar holandesa de Woensdrecht. El fallo, que salió de las cortes de apelación de La Haya, indica que “Israel no tiene en cuenta suficientemente las consecuencias de sus ataques para la población civil”.
La corte consideró que “existe un riesgo claro de que los cazas F-35 israelíes cometan graves violaciones del derecho humanitario en la Franja de Gaza”. De momento, Ámsterdam tiene ocho semanas para apelar al fallo, pero de todos modos entrará en vigor el lunes.
El caso había sido elevado a la justicia por la organización humanitaria Oxfam Novib, junto con otras ONG, considerando que estos componentes violaban el derecho de la guerra. La demanda asegura que Países Bajos “sabe que los cazas están siendo utilizados para atacar Gaza”.
En tanto, de audaz calificaron los medios israelíes la operación que la madrugada de este lunes permitió liberar a dos rehenes argentinos: Fernando Simón Marman, de 60 años, y Norberto Louis Har, de 70, ambos secuestrados en el kibutz Nir Yitzhak el 7 de octubre. La operación de liberación se logró en Rafah, donde Netanyahu asegura estar atacando “el último bastión de Hamas”.
El grupo islámico, por su parte, aseguró que durante la operación israelí se cometió una “masacre contra civiles desarmados” . “Ha causado más de 100 mártires, es una continuación del genocidio e intentos de desplazamiento forzado contra nuestro pueblo palestino”, indicó Hamas, mientras que el Ministerio de Salud informó de 67 muertos por los ataques de la noche.
Netanyahu celebró la operación y visitó a las fuerzas que participaron en ésta, considerando su papel en “una de las operaciones de rescate más exitosas de la historia de Israel”. “Esta es una de las operaciones de rescate más exitosas en la historia de Israel: ustedes eliminaron a los secuestradores, a los terroristas, se abrieron camino para regresar ilesos a Israel: una operación perfecta. Hace unos días me trajeron la operación para su aprobación y la aprobé. Unas horas más tarde, pensé en tres cosas: en la santidad de la misión; en los riesgos frente a las posibilidades, y había riesgos; y en tercer lugar, pensé en vosotros, en los guerreros”, declaró el primer ministro.
El presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió el domingo a Netanyahu que la inminente operación militar en Rafah no debe emprenderse “sin un plan creíble y ejecutable que garantice la seguridad y el apoyo” a los 1,4 millones de personas refugiadas en esta localidad en la frontera con Egipto.
También el fin de semana, el ministro de Relaciones Exteriores británico, David Cameron, se manifestó “profundamente preocupado” por la posibilidad de que Israel bombardee una zona “donde se refugia la mitad de la población de Gaza”. Según escribió en la red social X, “la prioridad debe ser una pausa inmediata de los combates para permitir que la ayuda entre y los rehenes (israelíes) salgan”, para, a continuación, “avanzar hacia un alto el fuego permanente y sostenible”.
Entretanto, el rey Abdullah II de Jordania continúa su impulso diplomático en una gira por países occidentales para pedir el fin de las hostilidades israelíes en el enclave palestino. Este viernes, el monarca será recibido en Washington por el Presidente Joe Biden. Se espera que ambos discutan sobre los actuales esfuerzos para liberar a los rehenes que permanecen en Gaza y la creciente preocupación por una posible operación militar israelí en Rafah.
Pese a los llamados internacionales, el Ejército de Israel se prepara para una incursión terrestre en la ciudad, donde cientos de miles de civiles palestinos desplazados han buscado refugio, destaca France 24. Era el último lugar de relativo resguardo que tenían, en medio de las embestidas por aire y tierra que iniciaron en el norte de Gaza y se fueron adentrando en estos cuatro meses de guerra.