La Unión Europea expresó este lunes su rechazo al anuncio publicado el domingo por el Gobierno de Israel por el que reconoce nueve asentamientos judíos en Cisjordania en represalia por los recientes atentados.

“La Unión Europea rechaza esta decisión y reitera su postura por la que considera que todos los asentamientos son ilegales conforme al Derecho Internacional y que no reconocerá ningún cambio a las fronteras de 1967 que no hayan sido pactados por las partes”, publicó el Servicio de Acción Exterior de la UE en un comunicado.

Así, anima a las autoridades israelíes a detener la construcción en los asentamientos “y a dar marcha atrás urgentemente a las estas últimas decisiones”.

Además Bruselas ha expresado su “grave preocupación” por las “tensiones” y la “creciente violencia” en la zona. “En este contexto preocupante es importante que haya pasos para reducir la tensión y evitar decisiones unilaterales y acciones que socaven la viabilidad de una solución negociada de dos estados a este conflicto y alimenten más la tensión”, argumentó.

Por último, la UE ha manifestado su disposición a “ayudar a las partes a reconstruir el camino que lleve al diálogo y la colaboración para dar marcha atrás a este ciclo negativo de violencia y evitar así más pérdidas de vidas”.

La decisión del Gobierno israelí es en represalia por la muerte de tres israelíes en un atropello intencionado perpetrado por un enfermo mental palestino el pasado viernes en una colonia de Jerusalén Este y supone un claro desafío a Washington, que había emplazado al Gobierno israelí a no tomar esta medida.

La decisión incluye la legalización de los asentamientos de Avigayil, Beit Hogla, Givat Harel, Givat Ha-Roeh, Givat Arnon, Mitzpe Yehuda, Malchai HaShalom, Asa-el, Sde Boaz y Shaharit a propuesta del líder del Partido Religioso Sionista y ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y del líder del partido Poder Judío -Otzma Yehudit- y ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir.

El Gobierno de la Autoridad Palestina ha condenado ya la iniciativa aprobada por el Gobierno israelí a través de un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores que advierte de una “peligrosa escalada” en la “agresión” y denuncia una “guerra abierta contra el pueblo palestino, Jerusalén y los santos lugares”.

Cisjordania -incluida Jerusalén Este- y la Franja de Gaza -de la que Israel se retiró en 2005- fueron ocupados militarmente por Israel en la guerra de 1967 junto con los Altos del Golán -en disputa con Siria-.

En total, en Cisjordania viven unos 700.000 colonos judíos, parte en colonias consideradas legales por Israel y parte en asentamientos considerados ilegales incluso por el Gobierno israelí. El Derecho Internacional considera un crimen de guerra la colonización de territorios ocupados militarmente.