El principal negociador de la Unión Europea dijo el viernes que el bloque y Gran Bretaña iniciarán “un último intento” para conseguir un acuerdo comercial post Brexit, en las que los derechos pesqueros europeos en aguas británicas siguen siendo el obstáculo más notable para evitar una transición costosa y caótica en el Año Nuevo.

Michel Barnierle dijo al parlamento europeo que él no puede “decir lo que va a resultar de este tramo final de las negociaciones”, que han avanzado ya considerablemente en nueve meses de conversaciones. Dijo que es “una situación muy seria y sombría” con los empleos de centenares de miles de personas en juego.

El parlamento de la UE fijó para el domingo por la noche el plazo para las conversaciones toda vez que tendrá que aprobar cualquier acuerdo antes del 1 de enero, cuando expirará el período de transición luego de la salida británica del bloque el 31 de enero del 2020.

“Es la hora de la verdad”, dijo Barnier. “Nos queda muy poco tiempo — apenas unas horas”.

Gran Bretaña y la UE hicieron el jueves valoraciones moderadas sobre el estado de sus discusiones .

Si bien Ursula von der Leyen, presidenta de la comisión ejecutiva de la Unión Europea, señaló que ha habido “un progreso importante en muchos aspectos”, se dijo preocupada de las conversaciones sobre los derechos de pesca.

Por su parte, el primer ministro británico Boris Johnson advirtió que parece “muy posible” un desenlace sin un acuerdo.

Ambos conversaron el jueves en la noche, su vez más reciente tras varios encuentros en las últimas dos semanas para destrabar las negociaciones, cuyo avance ha sido muy lento desde que Gran Bretaña abandonó la UE el 31 de enero.

Gran Bretaña continúa hasta el 31 de diciembre dentro del mercado único libre de aranceles y la unión aduanera de la UE. La ausencia de un acuerdo pos-Brexit podría causar un caos en las fronteras a inicios de 2021 cuando ambas partes decreten aranceles y otras barreras al comercio.

Las conversaciones se han atascado en tres temas principales: el acceso de la UE a las aguas pesqueras británicas, la igualdad de condiciones para garantizar una competencia justa entre empresas y la gobernanza de cualquier acuerdo.