A una mayor velocidad de propagación que otras variantes, la mutación del Covid-19 denominada ómicron está golpeando a países asiáticos y europeos. Nuevos confinamientos, récord de casos diarios y las restricciones a los festejos de fin de año han marcado la tónica en el hemisferio norte. Y aunque por ahora los reportes preliminares provenientes de Sudáfrica -donde surgió la mutación- señalan que tendría una evolución menos grave que delta, el desenlace de los casos está fuertemente ligado al estado de vacunación de las personas.

Por eso, los estudios sobre cómo reaccionan las formulaciones que se están usando en el mundo no han tardado en producirse. Y en ese contexto, en los últimos días la Universidad de Hong Kong, en China, liberó información sobre dos estudios preliminares.

El primero sugiere que el esquema inicial de dos dosis, tanto de las vacunas de Pfizer como de CoronaVac, serían “inadecuadas” frente a ómicron. Las observaciones, publicadas como preprint -aún sin revisión de pares- se basa en los análisis hechos a 25 inoculados con Pfizer y 25 vacunados con la vacuna de Sinovac. Y en el caso de Pfizer, “solo cinco de los 25 receptores de la vacuna Pfizer-Biontech (con dos dosis) tenían capacidad neutralizante contra la variante del virus ómicron y la eficacia de la vacuna se redujo significativamente al 20-24%”, señalan los resultados preliminares, que no aclaran si se refiere a efectividad contra contagio, caso grave o muerte.

En el caso de la producción de anticuerpos inducida por Pfizer, la información emitida por Hong Kong da cuenta de que “en comparación con la cepa Sars-CoV-2 original, los títulos (o números) de anticuerpos neutralizantes contra la variante ómicron se ha reducido entre 36 y 40 veces”.

Para el caso del esquema original de Sinovac de dos dosis, la publicación detalla que “ninguno de los 25 receptores de la vacuna Coronavac contiene suficientes anticuerpos para neutralizar la variante ómicron”. Así, y entre las conclusiones, los investigadores sugieren que pese a estar inmunizado con el esquema inicial existe riesgo de infección; que los laboratorios deben considerar formulaciones específicas contra la variante y que una tercera dosis es perentoria.

Una segunda publicación de la misma casa de estudios -liberada durante esta jornada- suma un nuevo antecedente: una tercera dosis de la vacuna de Pfizer administrada a quienes recibieron dos dosis de ese mismo laboratorio o de CoronaVac proporciona niveles protectores de anticuerpos contra la nueva mutación. Mientras que una tercera dosis de CoronaVac administrada a quienes recibieron dos dosis anteriores de CoronaVac, no entrega una adecuada protección.

La noticia desde China es alentadora para las autoridades locales, pues la dosis de refuerzo heteróloga con Pfizer -es decir, con una vacuna distinta al esquema inicial de CoronaVac- se ha venido implementando desde agosto pasado.

Esto pondría a Chile en una “situación privilegiada” respecto de ómicron, aunque desde el gobierno admiten que esto no implica dar por sentado que no impactará ni generará rebrotes una vez que se instale en Chile en forma comunitaria. Actualmente, los casos de ómicron llegan a 133 en el país, de acuerdo a los datos del Instituto de Salud Pública (ISP)

En ese contexto, ayer el ministro de Salud, Enrique Paris, confirmó en Radio Duna que a mediados de febrero, y antes de que asuma la nueva administración, se iniciará el refuerzo con una cuarta dosis en adultos mayores, personal sanitario y pacientes con enfermedades crónicas.

Sobre estos estudios internacionales, el jefe de la cartera expresó que “hemos revisado ese artículo (...). Acá en Chile hemos hecho vacunación heteróloga, no hemos repetido la misma dosis tres veces. Y esa vacunación demostró un aumento importantísimo en la cantidad de anticuerpos. Nuestro esquema de cuarta dosis también va a ser heterólogo”.

La infectóloga y miembro del Comité Asesor en Vacunas e Inmunizaciones Jeannette Dabanch analiza con mesura los datos preliminares liberados por Hong Kong. “Más que inadecuada, es probable que estas vacunas sigan siendo efectivas en reducir de forma importante el riesgo de morir, pues la reducción de anticuerpos no podemos traducirla de forma inmediata como un ‘fracaso’ de la vacuna”, explica.

Sin embargo, señala que lo que se ha reportado desde países como Inglaterra es que la población más afectada con el nuevo linaje del virus son quienes no tienen su esquema completo o dosis de refuerzo. “Las vacunas solas, de todas formas, no hacen el trabajo. Y es peligroso decir que estamos mejor preparados que otros países y bajar la guardia”, comenta.

El director del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia de la U. Católica, Alexis Kalergis, afirma que frente a estas informaciones preliminares, “la duración de la inmunidad protectora contra Covid-19 aún no se sabe con certeza. Por esta razón, se deben seguir realizando evaluaciones sobre la duración de la misma cada cierta cantidad de meses. Gracias al estudio científico-clínico fase III (de CoronaVac) que estamos ejecutando en Chile en adultos, liderado por la UC, hemos logrado demostrar que se produce un descenso significativo de los anticuerpos neutralizantes a los seis meses luego de la segunda dosis, aunque la mayoría de los voluntarios sigue presentando títulos detectables de anticuerpos (...)”.

Sobre el caso específico de ómicron, explica que “actualmente nos encontramos implementando estos ensayos para evaluar si la inmunidad que induce CoronaVac es capaz de reconocer, aunque sea parcialmente, a la variante ómicron. Esperamos contar con los primeros resultados preliminares hacia finales de esta semana, pero podemos adelantar que linfocitos T de los individuos analizados a la fecha son capaces de reconocer péptidos derivados de la proteína Spike del virus, lo cual es alentador, si bien debemos tomarlo con cautela, mientras completamos los análisis”.

De forma general, y para el caso de la CoronaVac utilizada como refuerzo en la observación realizada, Kalergis detalla que “la dosis de refuerzo incrementa significativamente los niveles de anticuerpos neutralizantes, tanto en población menor de 60 años como en adultos mayores. Además, hemos observado que los niveles de células inmunes específicas para el coronavirus van incrementando en el tiempo y aumentan de manera muy significativa después de la dosis de refuerzo”.

Desde la academia, el académico en Salud Pública Claudio Castillo explica que si se considera a los vacunados que hace seis meses o más finalizaron su segunda dosis -ya sea con CoronaVac, Pfizer u otras de las vacunas disponibles-, existen, acorde a los datos del Ministerio de Ciencias, 3.166.625 de personas que podrían optar a la tercera vacuna. En el caso de los adultos mayores de 45 años, el ministro Paris señala a La Tercera que existen 557 mil personas que hasta el 19 de diciembre no han ido por su dosis de refuerzo.

En ese sentido, Castillo hace un llamado a acudir a los vacunatorios. “Un 24% de la población que le corresponde, que son susceptibles de ser vacunados porque recibieron su esquema completo inicial, están rezagadas respecto de esta dosis de refuerzo que mejora la respuesta inmune y permite enfrentar un brote de ómicron de mejor manera”.