Una investigación del diario El Observador desempolvó las declaraciones de un militar retirado que confesaba, ante el Tribunal de Honor del Ejército de ese país en un testimonio fechado en 2017, haber arrojado al río Negro en 1973 el cuerpo de Roberto Gomensoro, un militante tupamaro de un partido de izquierda considerado como el primer desaparecido político por acción de las Fuerzas Armadas en Uruguay.

Confesiones que provocaron un terremoto al interior del gobierno de Tabaré Vásquez y que le costó el puesto al ministro de Defensa de Uruguay, Jorge Menéndez; el del subsecretario de la misma cartera, Daniel Montiel; al jefe del Ejército, José González; dos generales y a tres integrantes del Tribunal de Honor, Jorge González, Alfredo Erramún y Gustavo Fajardo.

Ayer, sin embargo, el presidente uruguayo ya nominaba al nuevo responsable de la cartera de Defensa, el exlegislador José Bayardi, y al general Claudio Feola para comandar al Ejército.

Cambios al interior del gobierno uruguayo que se produjeron tras la confesión del militar retirado José Gavazzo, quien señaló que en 1973, durante la dictadura militar en Uruguay, había sido el responsable de arrojar al río Negro el cuerpo de Roberto Gomensoro, que fue militante de la guerrilla Movimiento de Liberación Nacional (MLN-Tupamaros).

Gavazzo detuvo a Gomensoro porque era "un jefe" del sector militar del MLN el 12 de marzo de 1973. Seis días después, su cuerpo apareció flotando en el río Negro envuelto en una malla de alambre y atado a tres grandes piedras. No se pudo identificar la identidad del cuerpo hasta el 2002, cuando el forense que había analizado el cadáver se guardó el cráneo y pudo confirmar que se trataba del militante de izquierda.

"Lo tiré del bote yo solo"

Según relató Gavazzo, el día antes de la muerte de Gomensoro dio la orden de que no se le interrogara y que lo mantuvieran esposado en la silla. Al día siguiente estaba en la misma silla, pero sin vida. Luego de esto recibió la orden del comandante de la División del Ejército 1, el general Esteban Cristi, de desaparecer el cuerpo.

"Yo lo cargué al vehículo, yo manejé el vehículo, lo llevé al lugar, lo bajé, lo puse en un bote y lo tiré del bote. Yo solo", declaró ante el Tribunal de Honor, según lo que obtuvo El Observador.

Tras revelarse esta información, las críticas al gobierno y a los militares llegaron de diferentes sectores, quienes cuestionaron que estas confesiones no fueran derivadas a lajusticia ordinaria.

"Vásquez homologó el fallo. Por eso el principal omiso en todo este lamentable proceso ha sido el propio Vásquez", decía el precandidato y senador Jorge Larrañaga. "Con los Derechos Humanos nadie puede ser omiso. Ni los subordinados como el Ministro y el Comandante. Tampoco el presidente Vásquez", agregó.

Producto de la presión, Tabaré Vásquez tomó la determinación de destituir al ministro y subsecretario de Defensa, así como al jefe del Ejército y a miembros del Tribunal de Honor. Sin embargo, las miradas recaen ahora sobre el secretario de presidencia, Miguel Ángel Toma, por no advertir al presidente sobre los expedientes.

En tanto, el ministro de Justicia, Jorge Díaz, envió los antecedentes a la justicia ordinaria para abordar el asunto, mientras que el fiscal encargado de crímenes de lesa humanidad solicitó reabrir el caso de Gomensoro.

Un terremoto al interior del gobierno de Tabaré Vásquez cuando queda solo un año para que termine su mandato. y uno de los episodios más fuertes que ha tenido que enfrentar en sus dos periodos como presidente.