Una amplia muestra de apoyo a Reino Unido y una contundente señal concretaron este lunes 23 países, que anunciaron la expulsión de nada menos que 116 diplomáticos rusos de su territorio.
Ello, en solidaridad con Londres por el caso del ex espía ruso envenenado Serguei Skripal el pasado 4 de marzo. El gobierno de Theresa May ya había expulsado a 23 personeros de Moscú el 14 de marzo pasado, en el caso de mayor tensión entre ambos países desde la Guerra Fría y que ha entrampado las siempre complejas relaciones entre Occidente y el Kremlin.
Tanto Reino Unido como sus aliados desconfían del Kremlin en relación con el envenenamiento con un agente nervioso, fabricado en Rusia, de Skripal y su hija, en la ciudad de Salisbury. El gobierno ruso ha negado su implicancia en el ataque contra el ex espía, sin embargo, los aliados de Theresa May se unieron para denunciar la supuesta culpabilidad de Rusia en el caso.
Estados Unidos decidió expulsar a 60 diplomáticos rusos y además cerró el consulado de Rusia en Seattle. La orden incluye a 12 personas identificadas como oficiales de la inteligencia rusa que eran representantes ante la ONU en Nueva York, y otros 48 funcionarios de la embajada de Washington. El cierre del consulado en Seattle se debe a su cercanía territorial con una base de submarinos nucleares y al cuartel general de Boeing. Los rusos y sus familias tienen siete días para abandonar el país.
La acción del Presidente Donald Trump es la medida más dura tomada contra el Kremlin en los últimos 35 años. El mandatario estadounidense ha sido criticado por no ser lo suficientemente duro con su homólogo ruso Vladimir Putin y con la medida busca marcar distancia de esa crítica.
Tras el fin de la Guerra Fría, Washington expulsó en marzo de 2001 a unos 50 diplomáticos rusos, cuatro de ellos acusados de haber estado en contacto con un agente del FBI detenido por haber trabajado durante 15 años para Moscú. En respuesta, Rusia expulsó al mismo número de diplomáticos estadounidenses.
En diciembre de 2016, la administración de Barack Obama ordenó la expulsión de 35 agentes rusos para castigar a Rusia por su supuesta injerencia en las elecciones presidenciales estadounidenses de ese mismo año.
La Unión Europea también apoyó a Reino Unido y 16 países anunciaron expulsiones de diplomáticos rusos: Alemania, Francia, Polonia, Italia, República Checa, Lituania, España, Holanda, Dinamarca, Hungría, Suecia, Croacia, Rumania, Finlandia, Estonia y Letonia. Desde que Polonia rompió con el bloque soviético, ha expulsado a diplomáticos rusos solo en dos ocasiones y esas dos veces tuvieron que ver con las actividades de espionaje de Rusia en Polonia, recordó el diario The New York Times.
Ucrania también expulsó a 13 diplomáticos, Canadá a cuatro, Albania y Australia a dos, y Noruega y Macedonia a uno.
El analista de defensa ruso del Centro PIR, Vadim Kozyulin, dijo a La Tercera que "tomar cualquier acción antes de recopilar, analizar y presentar evidencias no parece legal. Es una campaña para obtener apoyo público que se aplica a las puras emociones. En esa línea, el experto sostiene que Rusia deberá "demostrar con hechos y argumentos que esta campaña no tiene nada que ver con la realidad y que cumple estrictamente con sus obligaciones en virtud de la Convención sobre la prohibición de armas químicas y biológicas".
La cancillería rusa, en tanto, sostuvo que las medidas adoptadas constituyen "un acto provocador". De todas formas, la respuesta concreta del Kremlin ante el castigo de Occidente aún está por verse.