Los venezolanos hacían fila en los centros de votación y emitían su voto el domingo en la elección más importante en un cuarto de siglo de gobierno del partido socialista, con el Presidente Nicolás Maduro confiado en la victoria, pese a que la oposición ha atraído un apoyo apasionado.
La líder opositora María Corina Machado sigue siendo la estrella de la coalición, incluso después de que una prohibición para ejercer cargos públicos la obligó a pasarle la antorcha al candidato Edmundo González, un exdiplomático de 74 años, conocido por su comportamiento conciliador.
González ha obtenido el respaldo de algunos ex partidarios del oficialismo, pero la oposición y observadores han cuestionado si la votación será justa, destacando que decisiones de las autoridades electorales podrían crear obstáculos.
Maduro, cuya reelección de 2018 fue considerada fraudulenta por Estados Unidos, entre otros, ha dicho que el país tiene el sistema electoral más transparente del mundo y ha advertido de un “baño de sangre” si perdiera.
El mandatario votó a primera hora del día y dijo que el resultado que anuncie el Consejo Nacional Electoral será “reconocido” y “defendido” por las fuerzas militares y policiales.
Testigos Reuters en varios estados del país informaron de filas fuera de los centros de votación, incluidos algunos que abrieron tarde.
Al menos ocho representantes de la oposición en un gran colegio de votación en Caracas dijeron a los periodistas que no se les había permitido asumir sus cargos.
“Estoy desde las 5 de la mañana. Vine a votar por un cambio, por una Venezuela nueva, que vuelva a renacer. Necesitamos un cambio para poder tener un sueldo digno”, dijo Tibisay Aguirre, una cocinera de 57 años que trabaja en el sector publico en la fila para sufragar en Maracay, en el central estado Aragua.
Usuarios en redes sociales divulgaron videos de personas en filas en los centros electorales desde el sábado en la noche.
“Hay mucha expectativa y esperanza. Lo que se pide a todos es ponderación y sensatez y esperar los resultados”, dijo Pablo Aure, directivo de la Universidad de Carabobo en Valencia durante la espera en el centro electoral.
Bajo el gobierno de Maduro, un exchofer de autobús y excanciller de 61 años, se produjo un colapso económico que desembocó en la migración de alrededor de un tercio de la población, mientras lidiaba con sanciones impuestas por Estados Unidos, principalmente sobre su clave industria petrolera.
El presidente ha dicho que garantizará la paz y el crecimiento económico. Pero tras más de 20 años de gestión, parece haber incredulidad y hastío.
González y Machado, que han dicho que un nuevo comienzo puede motivar a los migrantes a regresar, han instado a la gente a realizar “vigilias” en los centros de votación.
Decenas de votantes emitían su voto en el consulado venezolano en la isla española de Tenerife, mientras otros se congregaban afuera ondeando banderas y vitoreando. Varios votantes dijeron que tenían años registrados en ese consulado.
Los migrantes de todo el mundo han informado de dificultades para registrarse y se espera que solo un pequeño porcentaje de la diáspora pueda votar.
La oposición ha dicho que espera que los militares garanticen el respeto a la decisión de los votantes. El ministro de la Defensa, general Vladimir Padrino, ha dicho que las fuerzas armadas respetarán el resultado de las elecciones.
Unas 22 personas fueron detenidas desde el viernes “en el contexto del proceso electoral”, dijo el vicepresidente de la organización de derechos humanos Foro Penal en X, Gonzalo Himiob, y agregó que 15 permanecen detenidas.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, señaló el domingo en Tokio que Estados Unidos no prejuzgará los resultados de las elecciones presidenciales de Venezuela.
Los resultados podrían publicarse el domingo por la noche. Las urnas estarán abiertas entre las 6.00 hora local y las 18 horas del domingo.