El presidente Nicolás Maduro pidió este lunes el apoyo de las organizaciones de base del partido peronista del mandatario argentino Alberto Fernández para lograr que las autoridades de ese país atiendan su reclamo y devuelvan un avión de carga de una empresa estatal venezolana que permanece retenido en Buenos Aires.

Maduro también solicitó el respaldo de los movimientos sociales argentinos, para “derrotar” a Washington y sus aliados, que según él, buscan apropiarse de los activos de Venezuela en el extranjero. “Dos meses se han cumplido del secuestro de los pilotos venezolanos e iraníes y nadie hace nada en Argentina”, señaló el líder venezolano en un acto de gobierno televisado.

El avión de la compañía estatal venezolana Emtrasur, subsidiaria de Conviasa, está bajo investigación por parte de las autoridades argentinas que buscan determinar si los ocupantes del vuelo -12 venezolanos y cinco iraníes- arribaron a territorio argentino con fines comerciales o por su presunta conexión con el terrorismo internacional.

Maduro gritó que está “indignado” por la amenaza de que el Boing 747-300M eventualmente sea incautado por solicitud de un tribunal estadounidense, y se preguntó si en Argentina los que mandan son los tribunales de Estados Unidos.

El Departamento de Justicia estadounidense pidió la semana pasada a las autoridades argentinas la incautación del avión, apenas días después que un tribunal de Washington hizo pública una orden de confiscación de la aeronave, el 19 de julio.

Al transferir el avión a la firma venezolana en octubre del 2021, sin autorización previa del gobierno estadounidense, Mahan Air -una línea aérea iraní afiliada con un grupo que aparece entre las organizaciones a las que Estados Unidos considera terrorista- violó una orden de 2008 emitida por el Departamento de Comercio que desde entonces ha sido renovada periódicamente, sostiene Estados Unidos. Conviasa también está sancionada por Estados Unidos.

Las sanciones estadounidenses buscan impedir que el gobierno venezolano pueda realizar transacciones financieras y comerciales en el extranjero, acceder a activos internacionales de Venezuela y negociar con petróleo, oro u otros activos.

La solicitud de incautar el avión también se produjo después que un juez federal argentino, a cargo de la investigación, mantuviera una prohibición de salir de Argentina a siete tripulantes iraníes y venezolanos. El avión aterrizó en el aeropuerto internacional de Ezeiza, el 6 de junio.

Horas antes, Diosdado Cabello, considerado el segundo hombre más poderoso de Venezuela después de Maduro, acusó a Fernández de actuar a semejanza que su predecesor Mauricio Macri, quien fue un abierto crítico del gobierno socialista venezolano.

“Ocúpese de sus problemas señor Fernández y estregue el avión a los venezolanos”, dijo Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela.

El caso de la aeronave ha llamado la atención en varios países sudamericanos, así como en Estados Unidos e Israel, en medio de acusaciones de que el avión era una pantalla para las operaciones de inteligencia iraní en la región. Teherán y Caracas rechazan las acusaciones.