El vicegobernador de Texas, Dan Patrick, pidió el domingo el "endurecimiento" de las instalaciones escolares de Estados Unidos luego del ataque por parte de un estudiante de 17 años que mató a 10 personas en una escuela secundaria en Santa Fe.
Patrick culpó a la "cultura de violencia" y dijo que se necesita hacer más para mantener alejados a los agresores de los estudiantes, como colocar controles en las entradas de las escuelas y dar armas a los maestros.
"Cuando te enfrentas a una persona armada, la mejor forma para derribarlo es con un arma. Pero incluso mejor que eso es cuatro o cinco armas contra una", comentó en el programa State of the Union de la cadena CNN.
Patrick dijo que apoya las revisiones de antecedentes para los compradores de armas pero puntualizó en el programa This Week de la ABC que "la regulación de armas comienza desde casa".
Por otra parte, está previsto el primer funeral de una víctima del tiroteo para el domingo por la tarde. Los servicios funerarios para la estudiante de intercambio pakistaní Sabika Sheikh se llevarán cabo en una mezquita ubicada en Houston.
Su padre, Abdul Aziz Sheikh, la describió como una ardua trabajadora y estudiante dedicada que quería trabajar en el servicio público y esperaba algún día incorporarse a la oficina de relaciones exteriores de Pakistán. Su cuerpo será enviado a su familia en la ciudad de Karachi.
El sospechoso del ataque del viernes comenzó a disparar con una escopeta a través de la puerta de un aula de arte, rompiendo un panel de cristal y haciendo que los aterrorizados estudiantes corriesen a la entrada para impedirle entrar, de acuerdo con lo dicho por testigos.
Dmitrios Pagourtzis volvió a disparar a la parte de madera de la puerta y alcanzó a un estudiante en el pecho. Después merodeó durante 30 minutos por un laberinto de cuatro aulas, matando a siete estudiantes más y a dos profesores antes de intercambiar disparos con la policía y rendirse, dijeron las autoridades.
El estudiante de primer año Abel San Miguel vio cómo su amigo Chris Stone era asesinado en la puerta. San Miguel recibió un tiro en el hombro izquierdo por otra ráfaga de disparos y los demás sobrevivieron haciéndose los muertos.
"Estábamos sobre el piso, todos amontonados en posiciones aleatorias", dijo.
El juez del condado de Galveston Mark Henry, la máxima autoridad de la región, dijo que no creía que el ataque del viernes fuesen 30 minutos de disparos continuos y su valoración concordó con la de otras autoridades que apuntaron que las fuerzas de seguridad contuvieron al tirador pronto. No se publicó una línea temporal detallada que explique exactamente cómo ocurrieron los hechos.