La detención en España de un militar que viajaba en la avanzada del Presidente brasileño, Jair Bolsonaro, camino de la cumbre del G20 a Japón, tras descubrirse que portaba 39 kilos de cocaína en su maleta, obligó al vicepresidente Hamilton Mourão a salir a dar explicaciones por el incidente.
La detención del sargento de 38 años y casado, identificado como Manoel Silva Rodrigues, se produjo cuando el avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) aterrizó a las 14.00 del martes para hacer una escala en el aeropuerto de Sevilla. El sargento preso, según detalla el diario O Estado de S. Paulo, se embarcó en Brasilia en un Embraer 190, del Grupo de Transportes Especiales de la Fuerza Aérea. La nave forma parte del segundo grupo, cuya misión es servir como reserva para el Presidente brasileño que viaja en otro avión para participar en la reunión del G20 en Osaka.
El primer equipo está compuesto por el personal a cargo del vuelo del avión presidencial, el Airbus A-390 que haría el tramo entre Sevilla y Osaka. Y el tercer equipo se embarcó en el propio EMB-190, que llevaría de España a Japón a la avanzada de la Presidencia, a cargo de recibir a Bolsonaro en el país asiático.
La secretaría de comunicación de la Presidencia brasileña precisó en una nota que "el militar no trabaja en la Presidencia de la República y no estaría en la Comitiva Presidencial". "Él pertenece al Grupo de Transportes Especiales de la Fuerza Aérea Brasileña y ejerce función de comisario de a bordo", aclaró. Sin embargo, la revista Veja informó que el sargento, vinculado al Comando de Aeronáutica, tenía un sueldo de 7.200 reales (unos US$ 1.870) y ya había viajado con el Presidente por lo menos una vez. Fue en febrero, cuando Bolsonaro dejó Brasilia para hacerse exámenes de salud en Sao Paulo. El diario Folha de S. Paulo agregó que el uniformado hizo 29 viajes desde 2011 y acompañó a tres presidentes.
La cocaína encontrada al sargento brasileño estaba dividida en 37 paquetes de más de un kilo. Fuentes policiales dijeron al diario español El País que la droga no estaba ni siquiera camuflada entre sus ropas. "En su maleta, había sólo drogas", afirmó una portavoz de la fuerza policial en Sevilla. El militar se presentó ante un tribunal hoy, acusado de cometer delito contra la salud pública, una categoría que incluye el tráfico de drogas en España.
Según fuentes de Planalto citadas por la revista Veja, la falla no fue propiamente del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) o de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin). Los dardos apuntarían a la FAB, que no sometió al militar al chequeo con rayos X obligatorio en la Base Aérea de Brasilia. "A pesar de no tener relación con mi equipo, el episodio de ayer (martes), ocurrido en España, es inaceptable. Exigí una investigación inmediata y castigo severo al responsable", afirmó Bolsonaro en Twitter.
Normalmente, la fiscalización de equipajes se realiza de manera aleatoria en las aeronaves. Y la primera evaluación, según constata O Estado de S. Paulo, es que no hubo reconocimiento en los equipajes que estaban en el avión EMB-190 del Grupo de Transportes Especiales, que salió de Brasilia con las tres tripulaciones. La Fuerza Aérea Brasileña ya abrió una Investigación Policial Militar, que va a indagar la detención del sargento segundo de Aeronáutica.
Mourão confirmó que el militar era "sargento ayudante de cocina", función equivalente a la de un comisario de vuelo, que presta servicios de a bordo en avión. Así como lo había hecho previamente en una entrevista a Rádio Gaúcha, el Presidente en ejercicio afirmó que la cuestión del tráfico de drogas alcanza a la sociedad como un todo y que las Fuerzas Armadas "no son un grupo que vino de Marte". Las FF.AA. "no están inmunes a ese flagelo de la droga", comentó Mourão. "Eso no es la primera vez que sucede, sea en la Marina, sea en el Ejército, sea en la Fuerza Aérea. Ahora la legislación va a cumplir su papel y ese elemento va a ser juzgado por tráfico internacional de drogas y va a tener un castigo muy pesado", dijo el vice de Bolsonaro.
En declaraciones citadas por O Globo, Mourão también señaló que "es obvio que, por la cantidad de droga que estaba llevando, él no compró en la esquina y la llevó, no". "Él estaba trabajando como mula. Una mula calificada, vamos a ponerlo así", comentó.
En todo caso, Folha de S. Paulo recordó que no es la primera vez que militares brasileños son arrestados en circunstancias parecidas. En 2011, un coronel de la reserva fue penalizado con la pérdida del puesto y de la patente por el Superior Tribunal Militar (STM) por el tráfico de cocaína en aviones de la FAB. El uniformado fue condenado por la Justicia Federal a 17 años de prisión. Otros dos oficiales de la Aeronáutica involucrados en el caso fueron sentenciados a 16 años de reclusión, cada uno.
El coronel integraba una cuadrilla especializada en tráfico internacional de drogas para Europa, mediante la utilización de aeronaves de la FAB. El militar fue arrestado, en flagrancia, el 19 de abril de 1999, con 32 kilos de cocaína, escondidos en maletas de viaje en un Hércules C-130, con destino a Las Palmas, en Islas Canarias.