El vicepresidente de Estados Unidos acusó el jueves a China de intentar debilitar al presidente Donald Trump, en momentos en que la Casa Blanca despliega una nueva retórica más agresiva contra la política comercial, económica y exterior de Beijing.
Durante una presentación en el centro de investigación Instituto Hudson, Pence dijo que China está usando su poder de "formas más proactivas y coercitivas para interferir en las políticas y en la política nacional de Estados Unidos".
"China quiere a un presidente estadounidense diferente", agregó Pence.
Pence habló una semana después de que Trump durante una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas acusara a China de interferir en las elecciones estadounidenses para ayudar a sus rivales demócratas.
"Lamentablemente, hemos descubierto que China está tratando de interferir en las venideras elecciones legislativas", dijo Trump. "No quieren que yo gane, no quieren que nosotros ganemos porque yo soy el primer presidente que desafió a China en el tema comercial". Como prueba, el presidente se refirió más tarde a un comercial publicado en el diario The Des Moines Register por entidades afiliadas al gobierno chino.
El vicepresidente acusó a China de enfocarse en "industrias y estados que jugarían un papel importante en las elecciones de 2018" en su respuesta a los aranceles proteccionistas que Trump impuso al gigante asiático. "Según un cálculo, más del 80% de los condados estadounidenses en los que se ha enfocado China votaron por el presidente Trump en 2016; ahora China quiere que esos votantes se opongan a nuestro gobierno", afirmó.
Las agencias de inteligencia de Estados Unidos afirman que Rusia interfirió en la elección presidencial de 2016 para colocar a Trump sobre su rival demócrata Hillary Clinton, al hackear y difundir información delicada y con la manipulación en redes sociales.
Trump firmó una orden ejecutiva en septiembre que autoriza sanciones contra quienes se haya demostrado que interfieren en las elecciones, pero funcionarios de Estados Unidos han dicho reiteradamente que no han visto para nada el mismo nivel de actividad de parte de Rusia y otros en las elecciones de medio periodo de 2016.
Gran parte de los comentarios de Pence buscan informar a la población de lo que el ejecutivo considera una campaña de China, tanto encubierta como directa, para ganar influencia.
Desde que Trump llegó a la Casa Blanca el año pasado, su administración ha aumentado la presión contra China, de forma más reciente con varias rondas de aranceles, impuestos unos a consecuencia de los otros, sobre bienes por un valor de miles de millones de dólares. La primera estrategia de seguridad nacional de Trump difundida el año pasado etiquetó a China como un "poder revisionista" junto con Rusia.
Según el texto, Pence citó una evaluación de la comunidad de inteligencia estadounidense que dice que "China está apuntando a Estados Unidos, a gobiernos y funcionarios estatales y locales para explotar cualquier división entre los niveles federal y local de la política. Está empleando cuestiones importantes, como los aranceles, para profundizar en la influencia política de Beijing".