Hasta hace nueve meses, Víctor Cuadras, de 26 años, estudiaba Ingeniería Química en la Universidad Nacional de Ingeniería, en Nicaragua. Sin embargo, desde que estallaron las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega, el 18 de abril de 2018, no ha podido retomar sus estudios, ya que se convirtió en una de las caras visibles de la oposición.
Cuadras nació en una familia sandinista: su abuelo murió a manos de la Guardia Nacional de la dictadura somocista antes del triunfo de la revolución en 1979 y su padre fue un excombatiente de la guerrilla que encabezó Ortega. Así, este dirigente estudiantil se convirtió a temprana edad en militante del Frente Sandinista de Liberación Nacional hasta 2011, cuando empezó a cuestionar lo que ocurría en sus filas y finalmente abandonó el partido.
Después de las masivas protestas contra el régimen de Ortega, Víctor Cuadras se exilió en Costa Rica con parte de su familia. Desde ahí trabaja en un movimiento universitario que busca renovar la lucha por "la justicia y la democracia en Nicaragua".
Este joven dice que tiene una conexión especial con Chile: le gusta leer a Pedro Lemebel y ve el Festival de Viña. De paso por Santiago, hoy participará en el foro Libertad y Democracia a las 18:30 en el ex Congreso, un evento organizado por la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, junto a la Fundación Konrad Adenauer.
¿Por qué no se han llevado a cabo más movilizaciones en Nicaragua?
Acabamos de cumplir nueve meses de haber iniciado esta revolución pacífica y en los primeros tres meses fue un vuelco total a las calles. Sin embargo, el Estado comenzó a conjurar una especie de táctica que llamaron "operación limpieza", en la que atacaron todas las ciudades de forma ordenada y con armamento pesado.
¿Nicaragua está recibiendo la atención y cobertura que usted espera?
Es lamentable que a veces la prensa esté más interesada en fotografiar y filmar sangre. Cuando en Nicaragua morían 25 o 35 hermanos al día, la prensa estaba desplegada hablando sobre eso y fotografiando la masacre. Ahora que esa masacre no es evidente en las calles y se ha trasladado a cárceles de tortura clandestinas y la prensa ya no puede grabarlas, entonces el foco de atención se quita.
Este año se cumplen 40 años de la Revolución Sandinista. ¿Se podría decir que Ortega es un nuevo Somoza?
Daniel Ortega es peor que Somoza. Él nunca ingresó a una universidad a matar estudiantes, Ortega lo ha hecho. Ha asesinado al pueblo que lo llevó al poder, al pueblo que apoyó la Revolución.
¿Está de acuerdo en que Nicaragua podría convertirse en una suerte de Venezuela?
Hay un paralelismo entre Cuba, Venezuela y Nicaragua, y es el modelo dictatorial. Cuba ha logrado ir mejorando un modelo de dictadura negativo, cruel, represivo, que trasladó a Venezuela. Chávez y Maduro lograron implementarlo de manera muy inteligente, y ahora Ortega está importando ese modelo y lo está aplicando en Nicaragua. La crisis en Nicaragua es igual o peor que en Venezuela.
¿Cómo Ortega logró perpetuarse en el poder?
Por la fuerza que dan las armas, por el dinero y el apoyo que le dan otros países.