Las autoridades sanitarias australianas han anunciado que no han registrado nuevos casos de coronavirus en las últimas 24 horas en el estado de Victoria (sur), que en los últimos meses ha sido el centro de la segunda ola de coronavirus.
El país fue relativamente eficaz en contener la primera ola de coronavirus, pero en agosto Melbourne, capital de Victoria, registró un aumento de casos debido a la negligencia en los hoteles donde cumplían cuarentena las personas que regresaban del extranjero.
Los cinco millones de habitantes de Melbourne fueron sometidos a restricciones drásticas, como un toque de queda nocturno que se levantó a finales de septiembre después de casi dos meses.
Los habitantes debían permanecer en casa y solo podían desplazarse en un radio de cinco kilómetros para una serie de actividades claramente definidas.
Algunas restricciones se levantaron la semana pasada y se permite jugar al golf o ir a la peluquería. Pero aumenta la presión para que se levanten más ante la caída del número de casos.
El lunes es la primera vez desde principios de junio que el estado no registra ningún nuevo caso.
En julio, cuando el número de nuevos casos rondaba los 190 por día, hubo confinamiento. En agosto esta cifra subió a 700.
El uso de mascarilla sigue siendo obligatorio, los restaurantes solo pueden servir comida para llevar, no se permite reabrir a los comercios no esenciales y está prohibido salir de Melbourne y de sus alrededores, o de desplazarse a más 25 km del domicilio.
Australia, con 25 millones de habitantes, ha registrado unos 27.500 casos desde el comienzo de la pandemia y 905 muertes por Covid-19.