Inquietos, algunos sentados en una mesa comiendo, mientras que otros prefieren estar parados, así se ven los siete menores hijos del matrimonio chileno-sueco que fueron parte de las líneas de combate del "Estado Islámico" y que ahora se encuentran con su familia tras una serie de gestiones realizadas por su abuelo chileno, Patricio González.
Los pequeños permanecían en un campamento de refugiados en Al-Hol (Siria) tras la muerte de sus padres en enero de este año hasta el día martes, cuando finalmente se confirmó que los niños fueron trasladados hasta Irak donde se reencontraron con González.
Según informaron medios suecos, el día miércoles, a los pequeños se les realizó una evaluación médica -entre ellos análisis de muestras de sangre- que arrojaron algunos problemas de salud en algunos de ellos.
Los resultados de los exámenes mostraron que algunos integrantes del grupo presentaban problemas en el estómago, además de cuadros postraumáticos.
Los menores fueron trasladados a la ciudad fronteriza de Erbil (Irak) el día martes 7 de marzo donde se reunieron con su abuelo en el hotel de dicho país.
Tres de los nietos de Patricio González, no tiene nacionalidad sueca, asunto será visto por el gobierno de Suecia para regular los papeles de los menores que nacieron en Siria.