Un video difundido por medios de Ucrania y verificado por organizaciones de derechos humanos mostró la ejecución por parte de militares rusos de cuatro soldados ucranianos pese a que ya se habían rendido, lo sería investigado como crimen de guerra.

Las imágenes, captadas por un dron el pasado 13 de marzo en la región de Donetsk, evidencian a los prisioneros con las manos en alto, desarmados, segundos antes de ser abatidos a corta distancia por la espalda.

El gobierno de Kiev acusó que “esto no fue un acto de guerra, fue un asesinato”. Además, pidió a organismos internacionales actuar sin dilación para sancionar lo que calificó como “una violación brutal del derecho humanitario”.

Por su parte, Moscú no ha emitido un pronunciamiento oficial, mientras el Kremlin enfrenta una creciente presión diplomática por los abusos cometidos en el frente de combate.

El video, al que accedió la agencia AP, de poco más de 70 segundos, muestra a los soldados ucranianos saliendo de una trinchera con los brazos en alto, en señal de rendición. A pesar de no representar una amenaza, varios efectivos rusos abren fuego directamente contra ellos.

“De todas las ejecuciones que hemos visto desde fines de 2023, es uno de los casos más claros. Esto no es una muerte típica en combate. Esta es una acción ilegal”, señaló Rollo Collins, del Centro para la Resiliencia de la Información.

La organización Human Rights Watch confirmó la autenticidad del material y pidió una investigación formal. “Si se prueba que los soldados estaban en custodia o se habían rendido, esto constituiría un crimen de guerra bajo el derecho internacional”, señaló Belkis Wille, asesora legal de la entidad.

Este caso se suma a una larga lista de denuncias sobre violaciones sistemáticas a los convenios de Ginebra, lo que podría comprometer aún al gobierno ruso ante la Corte Penal Internacional.

El asesinato de prisioneros de guerra que se rinden en el video ucraniano no fue único, según fiscales ucranianos y funcionarios internacionales de derechos humanos.

Al menos 245 prisioneros de guerra ucranianos han sido asesinados por fuerzas rusas desde la invasión a gran escala, de acuerdo con fiscales ucranianos. Alegan que es parte de una estrategia deliberada alentada por funcionarios rusos.

Yurii Bielousov, jefe del departamento de crímenes de guerra de la fiscalía general de Ucrania, aseguró que “definitivamente es parte de la política, que es totalmente apoyada por los líderes principales de la Federación Rusa. Esto no es la acción de comandantes específicos. Está apoyado a nivel superior”.