Durante la Revolución Sandinista, Vilma Núñez fue nombrada vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia y luego directora de la Comisión Gubernamental de Promoción y Protección de los DD.HH. En 1990, tras la derrota electoral del FSLN, la abogada decidió junto a otras personalidades fundar el Centro Nicaragüense de DD.HH. (CENIDH), una de las instituciones más activas en la lucha por los derechos de los nicaragüenses. En conversación con La Tercera, la presidenta del CENIDH analiza el delicado momento político en que se conmemoran los 40 años de la Revolución Sandinista.
¿Qué valoración hace de la Revolución Sandinista en la historia de Nicaragua?
Lo que significó en ese momento fue prácticamente la realización de un sueño, la aspiración del pueblo que venía buscando cómo destruir la dictadura somocista. Hay que quitar la idea de que la derrota de Somoza fue solo producto de la Revolución Sandinista. Fue el último eslabón. El pueblo entero fue el que dio la lucha. Pero tras la revolución hubo una indefinición ideológica y una dualidad de mando. El panorama se fue ensombreciendo con la violación de los DD.HH.
¿Y cómo es visto hoy el sandinismo por la sociedad nicaragüense, considerando la polarización del país?
Hace un tiempo se viene haciendo la diferencia entre lo que es el verdadero sandinismo y la gente que se desnaturalizó. Ya se empieza a diferenciar y a hablar de danielismo. Esta represión de Ortega y su mujer ha causado tanto repudio, que está produciendo un rechazo a lo que fue el sandinismo.
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(Foto: AFP) Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos.[/caption]
¿Por eso usted dice que Ortega es peor que Somoza?
Yo fui encarcelada por Somoza, entonces comparando hay una brutalidad peor. Además, hay un nivel de corrupción, donde se confunde partido, familia y gobierno. La organización de Ortega es típicamente paramilitar, más un sistema de espionaje institucionalizado. Uno no está seguro en ningún lugar.
Hace una semana Ortega hizo un llamado a la paz. ¿Es optimista sobre la resolución de la crisis?
No hay que engañarse con el discurso de Ortega. Él es un manipulador. Los mecanismos de la comunidad internacional se están quedando cortos. Esto puede tardar mucho en resolverse.