México vive días agitados. Esta semana los aspirantes a la Presidencia presentaron sus candidaturas con miras a las elecciones del próximo 1 de julio, justo cuando el país se encuentra ad portas de que se inicie la séptima ronda de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). En un plano más festivo, esta semana el cantante Luis Miguel volvió a los escenarios con una serie de recitales en el Auditorio Nacional. Sin embargo, el principal tema de conversación entre los "chilangos" aquí en Ciudad de México no es ninguno de esos, sino las alarmas de terremotos.
"¡Alarma sísmica! ¡Alarma sísmica!", se escucha desde un altavoz en Polanco, el barrio más chic de Ciudad de México, acompañado de un zumbido que anuncia que se producirá un temblor con poco más de un minuto de antelación. Así, cuando han pasado cinco meses del terremoto del 19 de septiembre, que dejó 370 muertos, más de 700 heridos y cuantiosos dańos materiales, los chilangos todavía lo recuerdan y lo reviven con cada alerta.
"A mí me tiene cansado la alerta sísmica. Creo que la alarma asusta más a la gente. Imagine, hemos tenido más de dos mil réplicas. Nos ha sonado todas esas veces, pero creo que las alarmas ponen más nervioso", comenta el taxista Miguel Ángel Yáñez. "Como el terremoto del 19 de septiembre ocurrió el mismo día del que tuvimos el 85, acá en México ese día se hacen simulacros, entonces cuando escuchamos la alerta muchos no sabían si era un simulacro o era verdadero. Y en el terremoto del viernes (16 de febrero) la alerta nos trajo nuevamente a la memoria lo ocurrido en septiembre", agregó.
El Centro de Instrumentación y Registro Sísmico creó el sistema de alerta en 1993. En el caso del temblor de la madrugada del lunes en Guadalajara y Colima, réplica del ocurrido el viernes de la semana pasada, sus ciudadanos tuvieron 171 y 159 segundos, respectivamente, para realizar las medidas de desalojo y resguardarse en los puntos seguros.
El Sistema de Alerta Sísmica cuenta con 96 sensores en la costa del Pacífico mexicano. Comienzan en Bahía de Banderas (Jalisco) y van hasta el Istmo de Tehuantepec (Oaxaca). Solo ocho ciudades en el país están habilitadas para recibir la señal: Guadalajara, Colima, Morelia, Acapulco, Chilpancingo, Oaxaca, Puebla y Ciudad de México. En la capital del país, la alerta se difunde a través de altavoces distribuidos por toda la ciudad.
"Creo que esto es muy bueno, porque uno tiene tiempo de prepararse. Podemos salir de los edificios. Aquí en México nos dicen que salgamos de los edificios, entonces eso nos da tiempo" asegura Andrés García, mesero de un restaurante peruano.
En todo caso el sistema no es infalible. Porque en el terremoto del 16 de febrero la alerta sísmica no se activó en 487 bocinas de las 12.354 que están desplegadas en Ciudad de México, según reportes del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5), según consignó el diario Excélsior. "Por donde yo vivo el altavoz está malo desde hace tiempo, no suena, tampoco lo hizo para el terremoto del 19 de septiembre. Se supone que están hechos para alertarnos y que nos podamos resguarda", se queja Yazmín García, vendedora de un negocio cerca del Auditorio Nacional.
El coordinador general del C5, Idris Rodríguez, ha dicho que la alerta sísmica está disponible con la aplicación 911CDMX para teléfonos celulares, a la que ya se han registrado más de medio millón de usuarios. En caso de un movimiento telúrico, la alerta suena en el celular al mismo tiempo que los altavoces instalados en las calles.
"La aplicación es muy buena y hasta ahora ha funcionado muy bien. Creo que es bueno para quienes no estamos acostumbrados a los temblores o terremotos. Soy española y mi madre vino de visita el año pasado. Ella bajó la aplicación y con el terremoto del viernes me preguntaba por el temblor desde Madrid antes de que ocurriera", comenta Elena Muñoz, española residente en el D.F.
A su vez, el director del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico, Manuel Espinosa, ha advertido sobre la urgencia de invertir US$ 43 millones para mejorar el sistema de alerta sísmica e instalar más sensores sísmicos en todo el país.