Líderes talibanes y su primera conferencia tras arribo a Kabul: “Queremos asegurarnos de que Afganistán ya no sea un lugar de conflicto”

Zabihullah Mujahid
Foto: AP

De acuerdo al portavoz de los insurgentes islamitas, Zabihullah Mujahid, se permitirá que las mujeres afganas “trabajen y estudien dentro de nuestros marcos” y agregó que “serán muy activas dentro de nuestra sociedad".


A dos días de que los talibanes se tomaran el poder en la capital de Afganistán, Kabul, por primera vez las autoridades de los insurgentes islámicos hablaron frente a las cámaras, asegurando que su llegada al país del Medio Oriente busca terminar con los conflictos y entregar estabilidad a la nación.

El líder político de los talibanes, Mullah Baradar, que arribó desde Doha (Qatar) a la región de Kandahar más temprano y se presentó ante el mundo. Mientras que el vocero del grupo Zabihullah Mujahid inició su discurso asegurando que este momento es de “orgullo para toda la nación”.

“Después de 20 años de conflicto hemos emancipado (el país) y expulsado a los extranjeros”, agregó.

Mujahid, indicó que su llegada Afganistán busca que haya estabilidad en el país y evitar que “sea una zona de conflicto” por lo que, anunció que perdonarán a sus “enemigos” y a quienes se enfrentan contra ellos. “No queremos enemigos internos ni externos”, dijo.

Por otro lado, de acuerdo al portavoz de los insurgentes islamitas, se permitirá que las mujeres afganas “trabajen y estudien dentro de nuestros marcos” y agregó que “serán muy activas dentro de nuestra sociedad”.

“Estamos comprometidos con los derechos de las mujeres bajo el sistema sharia (Ley islámica). “Van a trabajar codo con codo con nosotros. Nos gustaría asegurarle a la comunidad internacional que no habrá discriminación”, indicó tras ser consultado respecto al rol de las mujeres.

Este martes se reanudan ciertas actividades en Kabul en un contexto entre un fuerte temor y desconfianza de los afganos al nuevo régimen talibán. Los comercios reabrieron en la capital afgana, el tráfico se reanudó y la gente volvió a salir a la calle, mientras que los talibanes vigilaban los puestos de control. Sin embargo, pocas mujeres se atrevían a salir.

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