El exvicepresidente Joe Biden tuvo un desempeño más pobre de lo esperado en las elecciones presidenciales entre los votantes latinos en Florida y Texas, destacando una debilidad de los demócratas con un electorado importante para el partido.
En Florida, los votantes hispanos se inclinaron notablemente hacia el Presidente Donald Trump este año, en comparación con 2016, en varios condados, incluidos Miami-Dade, un bastión de los votantes cubanoamericanos, y Osceola, el corazón de la comunidad puertorriqueña en el centro de Florida. El Mandatario capturó el 45% del voto latino en todo el estado, frente al 35% en 2016, según las encuestas a boca de urna. Esas ganancias ayudaron al gobernante a ganar Florida con más de 3 puntos porcentuales.
En Texas, Trump hizo avances en la parte tradicionalmente más azul del estado: el valle del Río Grande, donde vive una gran población hispana, y otros condados fronterizos. Ganó el 36% del voto hispano en todo el estado, en comparación con el 34% en 2016, según las encuestas a boca de urna, ya que capturó Texas con 6 puntos porcentuales de ventaja.
Los partidos han luchado durante mucho tiempo por los votantes latinos, una mezcla heterogénea que incluye a colombianos-estadounidenses de primera generación y tejanos de décima generación. Si bien se inclinan por los demócratas en su conjunto, con los cubanoamericanos como la principal excepción a la regla, una parte considerable es conservadora y está dispuesta a aceptar los llamados del Partido Republicano. Trump también mejoró sus resultados de 2016 entre los latinos en Nevada y Arizona.
“El voto hispano puede ser decisivo, pero el voto hispano no es monolítico”, dijo Alfonso Aguilar, presidente de Latino Partnership for Conservative Principles. “Muchos son conservadores. Ellos responden bien a un mensaje de populismo económico y protección de la libertad religiosa”, añadió.
A nivel nacional, Trump mejoró su participación en el voto hispano al 35%, un aumento de 7 puntos porcentuales, aunque se mantuvo casi igual en estados como Colorado y Nueva Jersey, según las encuestas a boca de urna.
En el condado de Miami-Dade, donde más de un tercio de la población es cubanoamericana, los encuestadores y estrategas políticos habían estado señalando desafíos para los demócratas en la preparación para el día de las elecciones. Las encuestas a boca de urna mostraron que el 58% de los cubanoamericanos en Florida votaron por Trump, frente al 54% en 2016.
Una encuesta publicada por la Universidad Internacional de Florida el mes pasado mostró que los cubanoamericanos en el sur de Florida le dieron al Presidente altas calificaciones en su manejo de la inmigración, la atención médica y la política hacia Cuba. Y destacaron la fuerza del Partido Republicano, no solo con los cubanoamericanos mayores que han sido leales al partido durante mucho tiempo, sino con aquellos que inmigraron más recientemente a Estados Unidos.
Olaf Penichet, un republicano cubanoamericano de 44 años, votó por Trump el martes en Miami Lakes. Culpó a los demócratas porque, en su opinión, pasaron los últimos cuatro años tratando de socavar al Presidente y elogió el manejo de la economía por parte de Trump. Dijo que respaldaba los esfuerzos de Trump por presionar al gobierno cubano.
“Necesitas una línea dura”, dijo Penichet. “No darles oxígeno”.
Poco después de que Trump asumiera el cargo, su gobierno comenzó a cortejar a los cubanoamericanos y otros grupos latinos, como los estadounidenses de origen venezolano y nicaragüense, que huyeron de los gobiernos socialistas. El Presidente revirtió la política de compromiso del Presidente Barack Obama con Cuba y promulgó amplias sanciones económicas contra Venezuela.
A medida que se acercaban las elecciones de 2020, la campaña de Trump trató de transmitir el mensaje de que Biden y otros demócratas eran socialistas, lo que los demócratas descartaron como una distorsión de sus políticas. Los partidarios cubanoamericanos del Presidente organizaron bulliciosas caravanas de automóviles adornados con banderas de Trump que serpenteaban por todo el condado de Miami-Dade.
“La narrativa que el Partido Republicano ha tenido con los cubanos ha resonado en la comunidad latina en general”, dijo Guillermo Grenier, profesor de Sociología en la Universidad Internacional de Florida que realizó la encuesta del mes pasado. El partido “ha desarrollado aquí un profundo sistema de raíces arqueológicas”.
En el condado de Hidalgo de Texas, que es el hogar de McAllen y 92% hispano, el margen de victoria demócrata en la carrera presidencial cayó a 17 puntos porcentuales desde 41 puntos en 2016. En el vecino condado de Starr, que es 99% hispano, la nominada presidencial demócrata en 2016 Hillary Clinton ganó por 60 puntos, Biden ganó por 5 puntos. Trump ganó el vecino condado de Zapata, que es 95% hispano y que Clinton ganó por 33 puntos.
Ruben Villarreal, un exalcalde republicano de Rio Grande City en el condado de Starr, calificó el cambio como sorprendente, pero comprensible. Señaló que los habitantes del sur de Texas han sido durante mucho tiempo más conservadores que sus homólogos latinos en otros lugares, especialmente en cuestiones religiosas y sociales como el aborto. El muro fronterizo de Trump es muy impopular en la región, pero el tema importa menos que el crecimiento económico en un área donde las tasas de pobreza son altas, dijo Villarreal.4
“El mensaje que los demócratas estaban dando a nivel nacional nunca iba a resonar en el Valle del Río Grande”, dijo. “El mensaje (que sí tendría llegada), es muy simple: trabajos, trabajos, trabajos”.
Aunque los resultados sorprendieron a muchos demócratas de Texas, las encuestas antes de las elecciones mostraban a Biden en una posición débil entre los votantes latinos del estado en comparación con Clinton. Algunos demócratas advirtieron que los votantes necesitaban conocer mejor a Biden, pero la campaña tuvo poco alcance allí hasta la visita de 11 horas el viernes de la candidata a la Vicepresidencia, Kamala Harris.
Jared Hockema, el presidente demócrata en el condado de Cameron, que incluye a Brownsville, dijo que el Valle del Río Grande siempre pide más atención y recursos de los grupos estatales y nacionales.
“Es algo de lo que hemos estado hablando durante mucho tiempo y espero que esto conduzca a una mayor inversión y participación en esta región”, dijo.