Miles de uigures, minoría musulmana del noroeste de China, están siendo detenidos, "reeducados" y se encuentran sufriendo una brutal represión, según denunció la ONU y organismos como Human Rights Watch. A tal nivel ha escalado este conflicto que, según The New York Times, el gobierno de Donald Trump evalúa sanciones contra altos funcionarios chinos, lo que agravaría la tensa situación que viven ambas potencias.
Human Rights Watch publicó un informe en el que detalla violaciones contra la minoría musulmana en Xinjiang, también conocida como la "región autónoma uigur". La organización sostuvo que la represión era de "alcance y escala no vistas en China desde la Revolución Cultural de 1966-1976".
Los uigures serían constantemente revisados por la policía, les estarían registrando sus celulares y posteriormente detenidos sin enfrentar cargos ni un juicio. Así, estarían siendo trasladados y obligados a permanecer en centros de detención donde asisten a clases diarias, en las que estudian la cultura china. Además, deben prometer lealtad al Partido Comunista Chino. Incluso, algunos uigures que habrían escapado de China habrían sido devueltos al país en contra de su voluntad. Además, estarían bajo un sistema de vigilancia que incluye la recopilación de datos biométricos y ADN.
Respuesta a Bachelet
El lunes, la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, expresó las "preocupantes alegaciones de detenciones arbitrarias a gran escala de uigures y otras comunidades musulmanas en los llamados campos de reeducación de Xinjiang".
La respuesta de China no se hizo esperar. El portavoz de la diplomacia china, Geng Shuang, rechazó este martes las críticas: "China pide a la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas y a su oficina que se limiten estrictamente a su misión y a los principios de la carta de la ONU y que respeten la soberanía de China".
Los uigures, uno de los 56 grupos étnicos reconocidos por Beijing, serían alrededor de 11 millones.
El gobierno chino justifica sus acciones al señalar que Xinjiang es una región fronteriza con Afganistán y Pakistán, por lo que deben luchar contra "el terrorismo islamista" y contra el separatismo de algunos miembros uigur.
Según el diario The New York Times, desde que Xi Jinping asumió la Presidencia en 2013 se ha registrado una mayor represión de grupos étnicos, especialmente contra uigures y tibetanos.
Según el periódico neoyorquino, el gobierno de Trump estaría estudiando medidas después de que el senador republicano, Marco Rubio y otros legisladores, solicitaran a través de una carta al secretario de Estado, Mike Pompeo y al del Tesoro, Steven Mnuchin, sancionar a siete altos cargos chinos y a las empresas que hayan sido beneficiadas por la construcción de zonas de detención o del sistema de vigilancia en Xinjiang. Hasta ahora, Trump no ha criticado a China por casos de violaciones a los DD.HH.