Hace dos semanas, la estrella del Paseo de la Fama del presidente de EE.UU. Donald Trump fue nuevamente destruida y esta vez, el ayuntamiento de West Hollywood en Los Ángeles, California no quieren que sea reparada, sino más bien exigen que sea retirada del lugar para evitar nuevamente este tipo de hechos.

La resolución fue aprobada por unanimidad el lunes en la noche, bajo los argumentos que la figura y el mandatario no representan "los valores de West Hollywood, la región, el estado y el país".

Ahora es necesario que la cámara que Comercio de Hollywood - que administra el paseo - de el visto bueno y apruebe la medida.

Ese organismo ya rechazó una solicitud en 2015 para retirar la estrella del comediante Bill Cosby, condenado por agresión sexual.

La estrella del presidente fue destrozada la madrugada del miércoles 25 de julio por Austin Clay, que se entregó a las autoridades y fue imputado por vandalismo.

La estrella de Trump había sido dañada previamente en octubre de 2016, cuando aún era candidato a la presidencia por el Partido Republicano. En aquella ocasión, el responsable James Otis fue sentenciado, también por vandalismo, a tres años en libertad condicional con 20 días de servicio comunitario y un pago de 4 mil  dólares por los daños causados.

En julio de 2016, un artista callejero la había rodeado con un muro de 15 centímetros de madera con alambre de espino en una crítica a la promesa del candidato de construir un muralla en la frontera con México.

Pero antes habían dejado excremento sobre la estrella, que también fue rayada con una gran 'X' amarilla y una esvástica.

Trump recibió este reconocimiento en 2007 por su programa de telerealidad  "The Apprentice".