Acostumbrada a revelar secretos gubernamentales y corporativos, la organización WikiLeaks publicó el miércoles una carta confidencial que confirma que el Papa Francisco se opuso firmemente a que la Orden de Malta distribuyera anticonceptivos como parte de su labor humanitaria y que deseaba que el problema estuviera "completamente resuelto".
En la carta, fechada el 1 de diciembre de 2016, y dirigida al cardenal Raymond Burke, patrón de la Orden de Malta, el Papa destaca que la Orden "debe garantizar que los métodos y medios que utiliza en sus iniciativas y trabajos de atención médica no son contrarios a la ley moral ". Y añade que si "en el pasado ha habido un problema de esta naturaleza, espero que se pueda resolver por completo", según informa el portal National Catholic Register, que consigna parte de la misiva.
El Pontífice aludía a los descubrimientos de una investigación hecha por la Orden de Malta, publicada en enero de 2016, que documentaba que la Malteser International, la amplia agencia de ayuda humanitaria de los Caballeros, había distribuido miles de condones y de anticonceptivos orales, principalmente para contribuir a prevenir que las prostitutas en el Lejano Oriente y África contrajeran HIV/SIDA, pero también como programa de planificación familiar.
Según el National Catholic Register, en su carta del 1 de diciembre, el Papa le comenta al cardenal Burke que estaría "muy decepcionado si -como usted me dijo- algunos de los altos funcionarios estuvieran enterados de tales prácticas como la distribución de anticonceptivos y, sin embargo, no hubieran intervenido para terminar tales cosas".
"No tengo dudas", prosiguió el Papa, "de que al seguir los principios de Pablo y 'viviendo según la verdad y en caridad' (Efesios 4:15), el tema podía ser discutido con estos funcionarios y obtener la rectificación necesaria".
Para el diario The Washington Post, los documentos filtrados por WikiLeaks ofrecen pocas noticias sobre una pelea que hace dos años se cubrió ampliamente en los medios de comunicación. De hecho, el influyente periódico estadounidense destaca que "su contenido parece especialmente miserable en un momento en que el Vaticano está envuelto en escándalos en múltiples continentes".
Pero la filtración, apunta el Post, "representa la primera vez que WikiLeaks ha centrado su atención en los asuntos internos de la Santa Sede, que son a menudo sórdidos, y algunos observadores del Vaticano se preguntaron si más secretos dañinos podrían comenzar a escapar de los muros de la ciudad-estado".
Al respecto, Marco Politti, uno de los vaticanistas más prestigiosos y columnista de Il Fatto Quotidiano, dice al Post que "el hecho en sí mismo, WikiLeaks entrando en los asuntos internos del Vaticano, es una campana de alarma". "El tema en sí no es interesante. Estas son viejas diatribas, viejas luchas. Pero lo importante será el siguiente paso. ¿Habrá una (filtración) de WikiLeaks posterior en algo que no haya sido revelado previamente? Si WikiLeaks saca información sobre la pedofilia o los escándalos bancarios, entonces tendremos algo nuevo", advierte.