El presidente de China, Xi Jinping, felicitó a Donald Trump por su victoria en las presidenciales de Estados Unidos e instó a ambas naciones a encontrar la “forma correcta de llevarse bien”, mientras los aranceles estadounidenses que se avecinan amenazan con devolverles a los días de guerra comercial de hace años. Las relaciones estables, sólidas y sostenibles entre China y Estados Unidos sirven a los intereses de ambos, dijo Xi el jueves, que añadió que la comunidad internacional espera que las dos potencias “se respeten mutuamente (y) coexistan pacíficamente”.

Xi también abogó por reforzar el diálogo y la comunicación para resolver las diferencias.

Las relaciones tocaron fondo en los últimos años tras varios enfrentamientos por cuestiones que van desde el comercio y la seguridad hasta el futuro de Taiwán y el mar de China Meridional, y no empezaron a mejorar hasta noviembre de 2023 tras una reunión de cuatro horas entre Xi y el presidente Joe Biden.

La victoria de Trump podría reavivar asuntos de su primera presidencia, cuando inició la cruenta guerra comercial con la segunda economía mundial en 2018, aunque logró una tregua justo antes de que se desatara la pandemia de COVID-19 en enero de 2020. El republicano, que ha prometido adoptar aranceles duros, recuperó la Casa Blanca con una amplia victoria sobre la demócrata Kamala Harris en las elecciones del martes y asumirá el cargo en enero. El mensaje de felicitación de Xi a Trump fue más moderado que cuando el estadounidense ganó las elecciones por primera vez en noviembre de 2016.

En aquel momento, Xi pidió “un mayor progreso en las relaciones entre China y Estados Unidos desde un nuevo punto de partida”, afirmando que ambas economías deberían asumir responsabilidades en áreas como la paz y la estabilidad mundiales, el desarrollo global y la prosperidad.

Sin embargo, en un editorial del miércoles, el diario estatal China Daily describió la segunda presidencia de Trump como un potencial “nuevo comienzo en las relaciones entre China y Estados Unidos, si no se desperdicia la oportunidad que se ha ofrecido”.

Según el diario, las políticas estadounidenses y las ideas erróneas sobre China han planteado retos para las relaciones.

“Un enfoque pragmático de las relaciones bilaterales es esencial para navegar por las complejidades de los desafíos globales”, añadió. La Administración Biden no desmanteló las políticas comerciales de Trump y siguió atacando las prácticas industriales estatales de China. En septiembre, impuso fuertes subidas arancelarias a las importaciones chinas, como aranceles del 100% a los vehículos eléctricos, del 50% a las células solares y del 25% al acero, el aluminio, las baterías de vehículos eléctricos y minerales clave, en un intento de proteger las industrias estratégicas estadounidenses.

Pero la amenaza de Trump de imponer aranceles del 60% a las importaciones estadounidenses de productos chinos plantea importantes riesgos de crecimiento para China. Serían mucho más elevados que los del 7,5% al 25% impuestos en su primer mandato, y llegan en un momento mucho más vulnerable para la economía china, que lucha contra una fuerte caída del sector inmobiliario, la carga de la deuda de los Gobiernos locales y la debilidad de la demanda interna.