Xi Jinping consolidó su estatus como el líder más poderoso de China desde Mao Zedong al extender su mandato como jefe del Partido Comunista a una segunda década y al negarse a nombrar a un claro potencial sucesor.
A Xi, que asumió el poder en 2012, se le otorgó un tercer mandato de cinco años como secretario general, descartando una costumbre según la cual su antecesor se marchaba después de 10 años. Algunos esperan que el líder, de 69 años, intente permanecer en el poder de por vida.
El partido también nombró un Comité Permanente de siete miembros, su círculo interno de poder, dominado por los aliados de Xi después de que el primer ministro Li Keqiang, el segundo líder y defensor de la reforma al estilo del mercado y la empresa privada, quedara fuera del Comité Central. Li debe renunciar en marzo, bajo las normas constitucionales que lo limitan a cumplir dos mandatos de cinco años, a pesar de que es un año menor que la edad de jubilación informal del partido de 68 años.
Xi condujo a seis hombres de traje oscuro a un escenario rojo brillante el domingo, y la escala de su victoria quedó clara cuando presentó uno por uno al nuevo círculo interno gobernante del país. El Presidente anunció que Li Qiang, un exsecretario del partido en Shanghai, sería el número dos del gobierno. Desde la década de 1990, el número dos del comité se ha convertido en primer ministro, mientras que el tercero en jerarquía preside la legislatura. Esos puestos se asignarán cuando se reúna la legislatura el año que viene.
Los otros miembros del Comité Permanente, compuesto por siete personas, son Zhao Leji y Wang Huning, que regresan del anterior comité, y los recién llegados Cai Qi, Ding Xuexiang y Li Xi. Li Qiang también es nuevo en el Comité Permanente.
Entre los nuevos miembros del Comité Permanente no hay mujeres ni minorías étnicas. El Comité Central tiene 11 mujeres, en torno al 5% del total.
“El poder estará aún más concentrado en las manos de Xi Jinping”, dijo a The Associated Press Jean-Pierre Cabestan, experto en política china de la Universidad Baptista de Hong Kong. Los nuevos dignatarios son “todos leales a Xi”, indicó. “En el sistema no hay contrapeso, ni controles, ni garantías en absoluto”.
Composición del Comité Permanente
Como se esperaba, la nueva formación del Comité Permanente no incluye un sucesor claro de Xi, cuyo predecesor, Hu Jintao, fue escoltado de manera inesperada fuera de la ceremonia de clausura del congreso el sábado.
Según la agencia Reuters, el ascenso de Li Qiang, de 63 años, al puesto número dos, por su parte, habla de la importancia de los vínculos con Xi. Como jefe del partido en Shanghai, Li fue una suerte de escudo para un brote de indignación pública que superó a los censores sobre el duro cierre de la ciudad durante dos meses por el coronavirus, a principios de este año. Además, Li y Xi comparten una larga historia, que incluye el paso de Li como jefe de gabinete de Xi cuando éste era jefe del partido en la provincia de Zhejiang.
Otro nuevo miembro del Comité Permanente es el secretario privado y guardián de Xi, Ding Xuexiang, que a sus 60 años es el más joven del nuevo panel. Ding dirige la poderosa Oficina General del Comité Central del partido, que gestiona los asuntos administrativos de la cúpula.
Cai Qi, de 66 años, se incorpora al Comité Permanente desde su puesto de jefe del partido en Pekín y es considerado uno de los aliados políticos más cercanos a Xi, ya que ha trabajado con él durante 20 años en las provincias costeras de Fujian y Zhejiang.
El cuarto recién llegado es Li Xi, de 66 años, jefe del partido en la provincia de Guangdong, potencia económica, a quien los expertos también consideran ideológicamente cercano a Xi, aunque no comparten un historial de trabajo conjunto como los demás.
Richard McGregor, investigador principal de Asia Oriental en el centro de estudios Lowy Institute de Sydney, dijo a la agencia Reuters que el resultado es una victoria rotunda para Xi. “Todos sus rivales, potenciales y reales, han sido expulsados del Comité Permanente del Politburó y los leales a Xi ocuparon su lugar. El nuevo Politburó es una declaración enfática del dominio de Xi sobre el partido”, señaló.
La presentación del Comité Permanente y del Politburó de 24 miembros se produce un día después de la clausura del XX Congreso del Partido Comunista, en el que se añadieron enmiendas a los estatutos que cimentan el estatus central de Xi y el papel rector de su pensamiento político en el partido.
En sus primeros comentarios después de asumir su tercer mandato, Xi reiteró su agenda a grandes rasgos, incluidas las demandas de que su partido persista en la “autorrevolución”, reoriente la economía hacia el “desarrollo de alta calidad” y se asegure de que China afirme liderazgo positivo en asuntos globales.
“El viaje por delante es largo y arduo, pero con pasos decididos llegaremos a nuestro destino”, dijo Xi en su discurso, mientras sus lugartenientes en el liderazgo superior se mantenían al margen. “Debemos permanecer en alerta máxima y permanecer sobrios y prudentes”.
La perspectiva de un giro hacia un enfoque ideológico más rígido de la gobernanza ha llevado a algunos economistas a repensar la trayectoria de la segunda economía más grande del mundo.
“Xi era dominante antes; ahora es aún más dominante”, dijo a The Wall Street Journal, Mark Williams, economista jefe para Asia de Capital Economics. La nueva alineación de líderes sugiere que “no se trata de competencia o diversidad de puntos de vista, se trata de que Xi obtenga más de lo que quiere, más rápido”, indicó.
Una preocupación es que un liderazgo tan dominado por Xi no reconozca los pasos en falso de las políticas o las circunstancias cambiantes hasta que sea demasiado tarde, añadió. “La línea oficial parece ser que China tiene un liderazgo que será unido y estable. Sospecho que resultará rígido e inflexible”, sostuvo.
Aun así, Xi, de 69 años, se enfrenta a duros retos, ya que la segunda economía mundial se está desacelerando y crece la frustración por su política de “cero Covid”. Los planes del partido reclaman crear una sociedad próspera para mediados de siglo y restaurar el papel histórico de China como líder político, económico y cultural. Esas ambiciones, dice The Associated Press, enfrentan complicaciones debido a los límites impuestos por motivos de seguridad al acceso de China a tecnología occidental, así como una fuerza de trabajo que envejece y tensiones con Washington, Europa y varios vecinos asiáticos por disputas territoriales, derechos humanos, seguridad y comercio.
En este sentido, China está cada vez más distanciada de Occidente, agravado por el apoyo al ruso Vladimir Putin y las crecientes tensiones sobre Taiwán, indicó Reuters.
Durante el congreso, Xi pidió acelerar el desarrollo militar, más independencia tecnológica y defender los intereses en el extranjero, lo que aumenta las perspectivas de nuevos conflictos. “Claramente es un regreso a una economía mucho más controlada por el Estado”, afirmó a la agencia The Associated Press, Jean-Pierre Cabestan, experto en política china de la Universidad Baptista de Hong Kong. “Esto significa, para las empresas privadas que tendrán las riendas aún más cortas, con comités del partido en todas partes”.
Xi ha rescatado un lema de propaganda de la década de 1950, “prosperidad común”, para presionar a los empresarios para que reduzcan la brecha económica china con subidas salariales e inviertan para crear empleo en zonas rurales, entre otras iniciativas. En un reporte al congreso, Xi pidió la semana pasada “regular el mecanismo de acumulación de riqueza”, lo que sugería que los empresarios podrían enfrentar más presión política, pero no dio más detalles. “Yo me preocuparía si fuera una persona muy adinerada en China”, dijo a la agencia la economista Alicia García Herrero, de Natixis.
“Un tercer mandato para Xi Jinping representa en gran medida la continuidad de todas las políticas actuales de China, a diferencia de las políticas cambiantes de Estados Unidos”, dijo a The New York Times, Wang Wen, decano ejecutivo del Instituto Chongyang de Estudios Financieros en Beijing. “Si Xi no obtuviera un tercer mandato, ¿no estaría el mundo aún más preocupado?”, agregó.