“No puede existir confianza cuando quienes venden telecomunicaciones están bajo un gobierno autoritario como el del Partido Comunista de China”, dijo el sábado pasado en una entrevista a La Tercera el encargado de negocios de Estados Unidos, Baxter Hunt, en relación al proceso de 5G que se lleva a cabo en Chile. Las afirmaciones no pasaron inadvertidas para el embajador de China, Xu Bu, quien vía cuestionario contestó al actual jefe de la misión estadounidense en Santiago.
Estados Unidos sostiene que sería una amenaza a la seguridad nacional y privacidad personal la adquisición de los equipos de telecomunicaciones de empresas chinas, especialmente los equipos y software relacionados al 5G. ¿Cómo responde a esto?
Mike Pompeo y otras fuerzas anti-China de EE.UU. acusan con calumnias a las empresas chinas de ser una “amenaza para la seguridad nacional”, impidiendo que otros países cooperen con empresas chinas como Huawei. Pretende de esta manera estorbar el desarrollo económico y progreso tecnológico de China y preservar la libertad de EE.UU. de realizar escuchas ilegales y el derecho a intervenir en los asuntos internos de otros países, cuyo objetivo es servir a su política hegemónica.
Las empresas chinas como Huawei han brindado servicios a más de 3.000 millones de personas en más de 170 países y regiones del mundo, cumpliendo con las normas internacionales y las leyes y reglamentos locales, y ningún país ha presentado ninguna evidencia que muestre amenazas de seguridad en los productos de Huawei.
China no considera ni considerará a América Latina como “patio trasero”, como lo hace EE.UU., y tampoco tenemos intenciones geopolíticas sobre la región, incluyendo a Chile. Abogamos por realizar intercambios pragmáticos con todos los países sobre la base de los principios de respeto mutuo, igualdad y beneficio recíproco (...) y nos oponemos firmemente a la interferencia de factores políticos en las cooperaciones técnicas.
Estados Unidos acusó al gobierno liderado por el Partido Comunista de China de ser poco confiable.
(...)No nos interesa intervenir en los asuntos domésticos de EE.UU., y EE.UU. tiene que respetar a China en la elección de su propio camino de desarrollo. El pueblo chino tiene una alta confianza en sí mismo, y la comunidad internacional es consciente de esto. Un informe de la Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard señaló que bajo el liderazgo del Partido Comunista de China, el gobierno chino disfruta de más del 93% del apoyo y la satisfacción del pueblo chino.
Aconsejo a los personeros como Mike Pompeo que no subestimen la sabiduría de los pueblos. Instigar la lucha ideológica y provocar una “nueva guerra fría” van en contra de la tendencia histórica y son impopulares. La gente no olvida que EE.UU. reprimió a Japón, obligándolo a firmar el Acuerdo Plaza y a Francia sancionando a la empresa Alstom, y ahora está haciendo lo mismo con Alemania. EE.UU. siempre intenta imponer sus propios intereses sobre los de otros países, lo que es incompatible con el derecho y las normas internacionales.
-¿Cómo ve la cooperación entre China y Chile y la perspectiva de participación de las compañías chinas en el 5G?
-La construcción de 5G debe enfocarse en los ámbitos tecnológicos de telecomunicaciones, siguiendo los principios de neutralidad tecnológica y tomando como criterios de cooperación la tecnología avanzada, los precios razonables y la calidad del servicio.
Como habilitador de la cuarta revolución industrial, la tecnología 5G traerá cambios sin precedentes en el desarrollo económico y la vida cotidiana, y con más de 600 mil estaciones base construidas en el país hasta finales de 2020 y más de 200 millones de usuarios, China es el primer país en entrar en la era del 5G y la empresa Huawei posee el mayor número de patentes relacionadas con la tecnología 5G.
Apoyamos y respetamos las decisiones que toma Chile como un país soberano y esperamos que dichas decisiones sirvan a sus propios intereses y no estén sometidas a la interferencia extranjera.
-Se observa una escalada de roces entre China y EE.UU. ¿Cómo valora las relaciones actuales entre ambos países?
-China como país se ganó la libertad venciendo el imperialismo y colonialismo, por lo cual la libertad, la democracia y el imperio de la ley fueron inscritos en la Constitución de China desde hace tiempo. Somos plenamente conscientes de que la libertad no significa dar rienda suelta, sino tener una actitud sensata y racional y la estricta observancia de las leyes, el orden y las reglas internacionales.
China (...) está dispuesta a construir, junto con la parte estadounidense, relaciones binacionales caracterizadas por la coordinación, la cooperación y la estabilidad. Al mismo tiempo, vamos a defender firmemente nuestra soberanía, seguridad e intereses de desarrollo, en ejercicio de nuestro legítimo derecho como país independiente y soberano. EE.UU. debe cumplir el principio de la igualdad soberana de todos los países en la Carta de la ONU, aprender a convivir armoniosamente con otros sistemas y civilizaciones y aceptar la realidad de la multipolarización del mundo.