El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aumentó la presión sobre Estados Unidos para que permita a Kiev atacar objetivos militares en el interior del territorio ruso después de que sus representantes se reunieran el sábado en Washington con altos funcionarios estadounidenses.
Washington ha proporcionado a Ucrania ayuda militar por valor de más de 50.000 millones de dólares desde 2022, pero ha limitado el uso de sus armas a suelo ucraniano y a operaciones defensivas transfronterizas.
Zelenski dijo que las bombas aéreas guiadas mataron a seis personas e hirieron a 97 en Járkov el viernes, con más ataques el sábado. Éstos sólo podrían evitarse “golpeando los aeródromos militares rusos, sus bases y la logística del terror ruso”.
En su discurso nocturno por video afirmó que “hablamos de esto todos los días con nuestros socios. Persuadimos. Presentamos argumentos”.
Dijo que limpiar el cielo ucraniano de bombas aéreas guiadas rusas sería “un paso firme para obligar a Rusia a buscar el fin de la guerra y una paz justa”.
Apelando a Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Alemania, afirmó: “Necesitamos las capacidades para proteger verdadera y plenamente a Ucrania y a los ucranianos”. “Necesitamos tanto los permisos para las capacidades de largo alcance como sus proyectiles y misiles de largo alcance”.
Sin dar detalles concretos, dijo que sus representantes habían “facilitado todos los detalles necesarios” a los socios de Ucrania.
El ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, en Washington con una delegación el viernes y el sábado para reunirse con funcionarios y expertos estadounidenses, dijo en una entrevista difundida por CNN que Kiev estaba demostrando que los aeródromos rusos utilizados para golpear ciudades ucranianas estaban al alcance de ataques profundos.
“Hemos explicado qué tipo de capacidades necesitamos para proteger a los ciudadanos contra el terror ruso que nos están causando, así que espero que se nos haya escuchado”, dijo Umerov en la entrevista a última hora del viernes.