El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, ha viajado este jueves por sorpresa a la región de Kherson para examinar en persona los daños provocados por el “desastre” de la presa de Nova Kakhovka, cuya destrucción ha anegado decenas de localidades a orillas del río Dniéper.
“Es importante calcular los daños y desbloquear fondos para indemnizar a los vecinos afectados”, ha dicho en Telegram Zelensky, que tras verse con autoridades locales ha abogado también por establecer un programa que permita aliviar las pérdidas económicas o incluso “reubicar empresas”. El mandatario ucraniano ha abogado igualmente por “restaurar el ecosistema de la región”.
Otro de los temas tratados en la reunión ha sido la situación militar en la zona afectada por las inundaciones, que Zelensky ha atribuido en estos últimos días a “terroristas” rusos. Según Kiev, la destrucción derivó de la presa derivó de la colocación de explosivos, si bien Moscú ha negado cualquier responsabilidad.
Kherson es una de las regiones ucranianas cuya soberanía reivindica ahora Rusia, que sin embargo no controla la provincia por completo. De hecho, la reconquista de la capital regional por parte de las fuerzas ucranianas fue uno de los hitos en la recuperación de las zonas ocupadas tras la invasión.