El presidente ucraniano Volodimir Zelensky dijo este viernes que unidades militares especiales de Ucrania entraron en la ciudad de Jersón, una capital regional que las fuerzas rusas capturaron en las primeras etapas de la guerra.

En un discurso por video horas después de que Rusia dijo que había terminado de retirar sus fuerzas de la ciudad, el mandatario ucraniano informó que “nuestros defensores se acercan a la ciudad. Entraremos luego. Pero las unidades especiales ya están en la ciudad”.

Rusia renunció a sus últimas posiciones en la ciudad, una de las primeras en ser capturadas en la invasión que comenzó el 24 de febrero. La retirada podría servir de trampolín para nuevos avances en territorio ocupado.

El Ministerio de Defensa ruso dijo que sus soldados terminaron de retirarse de la orilla occidental del río que divide la región ucraniana de Jersón a las 5 de la mañana. La zona que dejaron incluía la ciudad de Jersón, la única capital provincial que Rusia había capturado durante su invasión.

Videos y fotos en redes sociales mostraban a algunos residentes saliendo a la calle con júbilo, ondeando banderas ucranianas y cantando en señal de celebración. Una bandera ucraniana ondeó sobre un monumento en una plaza del centro de Jersón por primera vez desde que la ciudad fue tomada a principios de marzo. Algunas imágenes mostraban a la multitud vitoreando a los hombres con uniforme militar y lanzando al aire a un hombre con uniforme de combate. Otros videos mostraban a pobladores abrazando a soldados de camino a la ciudad.

Zelensky afirmó que las fuerzas rusas habían colocado minas en la ciudad y que después de la entrada de los soldados les seguirán minadores, personal de rescate y trabajadores de energía. A pesar de las ingentes tareas que se avecinan, “la medicina, las comunicaciones y los servicios sociales están regresando... La vida está volviendo”, dijo.

Los servicios de inteligencia ucranianos exhortaron a los soldados rusos que pudieran seguir en la ciudad a entregarse antes del arribo de las fuerzas ucranianas. “Su comando los dejó a merced del destino”, dijo en un comunicado.

Un funcionario regional ucraniano, Serhii Khlan, disputó las afirmaciones del Ministerio de Defensa ruso de que los 30.000 soldados en retirada se llevaron sus 5.000 piezas de equipo militar con ellos, y afirmó que dejaron “mucho” atrás.

Celebraciones en Kiev

La retirada rusa se produce seis semanas después de que el presidente ruso Vladimir Putin se anexó ilegalmente la región de Jersón y otras tres provincias ucranianas, prometiendo que serían rusas para siempre. Rusia mantiene el control del 70% de la región de Jersón.

En Kiev, las celebraciones en la plaza principal de la capital continuaron hasta la noche, con gente descorchando botellas de vino y gritando “Gloria a Ucrania”. Algunos expresaron su sorpresa por la rapidez de los acontecimientos.

“Pensé que el ejército ruso defendería y que habría una especie de asedio como en Mariúpol”, dijo Andrey Trach, un residente de Odesa que trabaja en Kiev. “Es un día muy significativo para Ucrania porque demuestra al mundo entero que Ucrania puede y definitivamente defenderá cada kilómetro cuadrado y pulgada de territorio”.

El Kremlin se mantuvo desafiante el viernes, insistiendo en que la retirada no representaba de ninguna manera una vergüenza para Putin. Moscú sigue considerando toda la región de Jersón como parte de Rusia, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, a los periodistas.

Añadió que el Kremlin no se arrepiente de haber celebrado hace poco más de un mes la anexión de las regiones ocupadas o parcialmente ocupadas de Ucrania, remitiendo todas las preguntas sobre la retirada de Jersón al Ministerio de Defensa.

Hasta ahora, Putin ha guardado silencio sobre Jersón, a pesar de haber hecho varias apariciones públicas desde que se anunció la retirada.

Poco antes del anuncio ruso, Zelensky describió la situación en la región de Jersón como “difícil”. Reportó ataques rusos sobre algunas de las ciudades y pueblos que las fuerzas ucranianas recuperaron en las últimas semanas durante su contraofensiva en la zona.

Recuperar la ciudad podría darle a Ucrania una posición fuerte desde la cual ampliar su contraofensiva en el sur a otras zonas ocupadas por Rusia, incluyendo posiblemente Crimea, que fue anexionada por el Kremlin en 2014.