El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, firmó un proyecto de ley para reducir la edad de movilización para el servicio de combate de 27 a 25 años, una medida que debería ayudar a Ucrania a generar más poder en su defensa ante la guerra con Rusia.
El proyecto de ley había estado sobre la mesa de Zelensky desde que fue aprobado por los legisladores en mayo de 2023, y -según la agencia Reuters- no quedó claro de inmediato qué lo impulsó a firmarlo. El Parlamento lleva meses debatiendo una iniciativa distinta para endurecer una serie de normativas.
Las tropas ucranianas están a la defensiva en el campo de batalla, enfrentando una escasez de suministros de municiones. Esto, a raíz de que un financiamiento vital proveniente de Estados Unidos se encuentra bloqueado por los republicanos en el Congreso durante meses, lo que se suma a que la Unión Europea no ha entregado a tiempo las municiones prometidas.
El proyecto de ley amplía el número de civiles que el Ejército puede movilizar en sus filas para luchar bajo la ley marcial, que ha estado en vigor desde que Rusia lanzó su invasión a gran escala en febrero de 2022, y ha provocado un encendido debate.
En las primeras semanas después de la invasión, cientos de miles de ucranianos comunes y corrientes se ofrecieron como voluntarios para servir en el frente en una explosión de patriotismo que ayudó a luchar contra el ataque inicial. Sin embargo, más de dos años después, muchos de esos reclutas están muertos, heridos o simplemente agotados, y el Ejército necesita a nuevas personas para llenar las filas. La mayoría de los que quieren luchar ya se han alistado, dejando que los militares recluten entre un grupo de hombres mucho más reacios, indicó el diario The Guardian.
Zelensky dijo en diciembre que su Ejército había propuesto movilizar hasta 500.000 ucranianos más en las Fuerzas Armadas. No está claro cuántos hombres se verán afectados por la nueva ley.
Los datos sobre la población masculina de Ucrania, citados por el Financial Times, muestran que de 11,1 millones de hombres ucranianos de entre 25 y 60 años, sólo 3,7 millones son elegibles para la movilización. Los demás están luchando, son discapacitados, se encuentran fuera del país o son considerados trabajadores críticos.
El mandatario ucraniano también firmó por separado un segundo proyecto de ley que exige que los hombres a quienes se les otorgaron exenciones militares por motivos de discapacidad se sometan a otra evaluación médica, otra medida que podría ayudar al Ejército a reclutar a más combatientes.
“Reducir la edad de movilización de 27 a 25 años respaldará la capacidad del Ejército ucraniano para restaurar y reconstituir unidades existentes y crear nuevas unidades”, escribió el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), un think tank estadounidense, en su último informe del miércoles.
Pero el ISW dijo que los retrasos en la ayuda militar estadounidense “pueden afectar la velocidad a la que Ucrania pueda restaurar unidades degradadas y levantar nuevas unidades”.
“El ISW continúa evaluando que el material proporcionado por Occidente sigue siendo el factor decisivo más importante para la capacidad del Ejército ucraniano de restaurar y aumentar su poder de combate”, indicó.
Videos virales han mostrado a hombres secuestrados en la calle para ser reclutados, y ha habido numerosos escándalos de corrupción de funcionarios que aceptaron sobornos para obtener exenciones. De hecho, en agosto, Zelensky despidió a todos los jefes de reclutamiento regionales.
Por otro lado, la dirección militar rusa sigue rechazando los rumores de que planea su propia movilización. El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó una “movilización parcial” de 300.000 reservistas en septiembre de 2022, después de que una serie de derrotas militares provocaron la expulsión de las fuerzas rusas de la región de Kharkiv, en el este de Ucrania, y una presión cada vez mayor en la región de Kherson, en el sur de Ucrania.
Desde entonces, ha reabastecido sus filas reclutando prisioneros y atrayendo a decenas de miles de reclutas de las regiones rusas más pobres con la promesa de altos salarios.
A finales de 2023, Putin afirmó que ese año se habían incorporado al Ejército 486.000 nuevos reclutas y que 1.500 al día firmaban contratos. El Ministerio de Defensa de Rusia afirmó el martes que otros 100.000 reclutas se habían unido al Ejército en 2024.
Protestas por el regreso de los voluntarios
Esta nueva ley se da en momentos en que miles de esposas, novias y madres de soldados en servicio han salido a las calles en Ucrania para pedir nuevos reclutas que reemplacen a los efectivos que se alistaron al comienzo de la guerra.
Es el caso de Antonina Davilevicha, de 44, que fue entrevistada por el diario The Times, cuyo marido Oleksandr de 43, un exprofesor de física, se encuentra desde el comienzo de la invasión luchando en la línea del frente cerca de Kupyansk. A la mujer se enfurece cada vez que pasa por los bares y restaurantes de Kiev repletos de jóvenes que “siguen con sus vidas como si la guerra nunca hubiera llegado a Ucrania”, asegura.
“Estoy totalmente a favor de la guerra y de nuestra necesidad de seguir luchando”, dijo al diario inglés. “Pero mi marido ya cumplió su condena. Está completamente agotado. Ahora es el turno de los demás”.
The Times dice que aproximadamente todos los meses desde finales de octubre, Antonina ha salido a las calles junto con miles de otras esposas, novias y madres de soldados en servicio para exigir que quienes han estado en el frente desde el comienzo de la invasión sean desmovilizados y reemplazado por una nueva ola de reclutas.
En la protesta más reciente, celebrada la semana pasada, alrededor de 4.000 mujeres se reunieron en 21 ciudades de todo el país. En Kiev, mujeres envueltas en banderas ucranianas marcharon hacia Maidan Nezalezhnosti, la plaza central de la capital ucraniana.
“Como sociedad, la gente debe darse cuenta de que es deber de todos los hombres servir y proteger a su país”, dijo al diario Antonina.
“No te imaginas lo enojada que me siento a veces cuando veo esto, como si no se dieran cuenta de que en cualquier momento los rusos podrían estar en Kiev”, añadió. “¿Por qué algunos hombres luchan por defender su país y otros continúan como si todo fuera normal?”, se preguntó.
En este contexto, Ucrania enfrenta un difícil momento, en momentos que crecen las voces de preocupación de que colapsen las líneas del frente.
Según Zelensky, a menos que se apruebe pronto el estancado paquete multimillonario de Estados Unidos, sus fuerzas tendrán que “retroceder, retirarse, paso a paso, en pequeños pasos”. También advirtió que algunas ciudades importantes podrían correr el riesgo de caer.
Oficiales militares ucranianos de alto rango que sirvieron bajo el mando del general Valery Zaluzhny (comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania hasta que fue reemplazado en febrero) el panorama militar es sombrío, dijeron al portal Politico.
Los oficiales indicaron que “existe un gran riesgo de que las líneas del frente colapsen dondequiera que los generales rusos decidan centrar su ofensiva”. Además, gracias a un peso mucho mayor en número y a las bombas aéreas guiadas que han estado destruyendo posiciones ucranianas desde hace semanas, Rusia probablemente podrá “penetrar la línea del frente y estrellarla en algunas partes”, aseguraron.
“No hay nada que pueda ayudar a Ucrania ahora porque no existen tecnologías serias capaces de compensar a Ucrania por la gran masa de tropas que Rusia probablemente nos lanzará. No tenemos esas tecnologías y Occidente tampoco las tiene en cantidades suficientes”, dijo a Politico una de las fuentes militares de alto rango.
Según él, son sólo el valor y la resistencia de Ucrania, así como los errores de los comandantes rusos, los que ahora pueden alterar la sombría dinámica. Errores como el cometido el sábado, cuando Rusia lanzó uno de los mayores ataques con tanques contra posiciones ucranianas desde que comenzó su invasión a gran escala, sólo para que la columna fuera aplastada por la 25ª Brigada de Ucrania, que destruyó una docena de tanques y ocho vehículos de combate de infantería.
Sin embargo, los oficiales ucranianos de alto rango recordaron a Politico que confiar en los errores rusos no es una estrategia, y estaban amargados por los pasos en falso de Occidente y Kiev que, según dicen, paralizaron la resistencia de Ucrania desde el principio. También fueron mordaces sobre la demora de Occidente, diciendo que los suministros y sistemas de armas llegaron demasiado tarde y en cantidades insuficientes para marcar la diferencia que de otro modo podrían haber logrado.
“Zaluzhny solía llamarla ‘la guerra de una oportunidad’”, afirmó uno de los oficiales. “Con esto quiso decir que los sistemas de armas se vuelven redundantes muy rápidamente porque los rusos los contrarrestan rápidamente. Por ejemplo, utilizamos con éxito los misiles de crucero Storm Shadow y SCALP (suministrados por Reino Unido y Francia), pero sólo por un corto tiempo. Los rusos siempre están estudiando. No nos dan una segunda oportunidad. Y tienen éxito en esto”.