Un día después de pedir ante el Consejo de Seguridad de la ONU que Rusia sea despojada de su derecho de veto, tras argumentar “es imposible detener la guerra porque todos los esfuerzos son vetados por el agresor”, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, enfrentó este jueves golpes de sus aliados en su empeño por conseguir más ayuda económica y militar de Occidente para llevar adelante su contraofensiva contra las fuerzas del Kremlin.
Tras tratar de apuntalar el apoyo internacional en Naciones Unidas, Zelensky llegó a Washington en un viaje relámpago para hablar ante el Congreso y sostener reuniones con líderes militares en el Pentágono, el Presidente Joe Biden y realizar un discurso en el museo de los Archivos Nacionales. Pero como reportó Kimberly Halkett, de Al Jazeera, la recepción que ha tenido el mandatario ucraniano ha sido “algo más fría que en visitas recientes”.
Zelensky, vestido como siempre, de verde oliva, llegó al Capitolio con un mensaje firme en sus conversaciones a puertas cerradas con dirigentes republicanos y demócratas. Los ucranianos tienen un plan de guerra sólido y “están ganando”, aseguró a los legisladores -según declaraciones de estos- cuando el mundo observa el apoyo occidental a Kiev.
El presidente ucraniano encontró distintos niveles de apoyo entre los legisladores, según The Associated Press. La conducción republicana lo interrogó sobre sus planes para la contraofensiva contra las fuerzas invasoras, cuando la guerra marcha hacia el final de su segundo año sin grandes avances contra las líneas rusas fuertemente atrincheradas.
En el Senado, en tanto, Zelensky tuvo una cálida recepción de ambos partidos en el Senado, consignó la agencia de noticias. El líder de la mayoría, el demócrata Chuck Schumer, dijo a la prensa que el encuentro se resumía en una frase: “El señor Zelensky dijo que, si no conseguimos la ayuda, perderemos la guerra”. Por su parte, el dirigente republicano Mitch McConnell señaló que “el apoyo de los estadounidenses a Ucrania no es una obra de beneficencia. Es una inversión en nuestros propios intereses”.
Zelensky “reconoció que es duro, muy duro, superar defensas atrincheradas”, comentó el senador independiente por Maine, Angus King. “Creen que el avance será lento pero seguro, pero no será rápido”. El presidente ucraniano recibió varias ovaciones, según un post en la plataforma X del senador demócrata Chris Murphy. “Tuvimos un gran diálogo”, señaló Zelensky a los periodistas en el Capitolio tras la reunión.
Sin embargo, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, que enfrenta oposición al apoyo a Ucrania entre sus correligionarios alineados con el expresidente Donald Trump, optó por no recibir a Zelensky frente a las cámaras. Solo el dirigente del bloque demócrata, Hakeem Jeffries, lo hizo a su arribo al Capitolio.
McCarthy confirmó que rechazó el pedido de Zelensky de una sesión conjunta de las cámaras como la que se realizó durante su visita anterior, porque no había tiempo a tan corto plazo. “Me pidieron una sesión conjunta. No tenemos tiempo para una sesión conjunta”, manifestó, recordando que ya actuó de la misma forma ante la visita de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, o del británico, Rishi Sunak, según consignó CNN.
Pero McCarthy elogió las respuestas de los ucranianos a las preguntas de los legisladores. “Fue directo. Me pareció honesto, respondieron a las preguntas”, dijo el representante republicano. “Escuché muchas cosas positivas”.
Este movimiento del presidente de la Cámara de Representantes se da en un momento marcado por la reticencia de gran parte de su partido a seguir apoyando armamentística y económicamente a Ucrania. Los republicanos mantienen bloqueado un paquete de ayuda a Kiev valorado en 24.000 millones de dólares. Desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022, Estados Unidos ha entregado unos 113.000 millones de dólares en ayuda humanitaria y de seguridad al gobierno de Zelensky.
Al respecto, legisladores republicanos dijeron en una carta vista por The Wall Street Journal, que les preocupan los más de 100 mil millones de dólares en fondos que el Congreso ya ha aprobado. Se quejaron de que la administración de Joe Biden apoya un “compromiso indefinido” con Ucrania y criticaron lo que dicen es una estrategia poco clara.
La carta fue firmada por 23 miembros de la Cámara y seis senadores, encabezados por el senador J. D. Vance (republicano por Ohio) y el representante Chip Roy (republicano por Texas), y dirigida a Shalanda Young, directora de la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca.
“¿Cómo va la contraofensiva? ¿Están los ucranianos más cerca de la victoria que hace seis meses? ¿Cuál es nuestra estrategia y cuál es el plan de salida del presidente?”, escribieron los signatarios de la misiva. “Sería una abdicación absurda de la responsabilidad del Congreso conceder esta solicitud sin conocer las respuestas a estas preguntas”, agregaron.
La última encuesta del Journal de agosto encontró que el 62% de los votantes republicanos pensaba que Estados Unidos había hecho demasiado para apoyar a Ucrania, frente al 56% en abril. Y el expresidente Donald Trump, que domina la mayoría de las encuestas primarias presidenciales republicanas, criticó el monto del gasto estadounidense en Ucrania y advirtió que podría conducir a una guerra nuclear, recordó el periódico.
En el Pentágono, Zelensky fue recibido por el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, sin la banda ceremonial y fanfarria que es habitual en las visitas de alta jerarquía. El mandatario ucraniano compartió un video de su reunión con Lloyd Austin, el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, y otros funcionarios en el Departamento de Defensa. “Discutimos las entregas de sistemas de artillería y capacidades de largo alcance, así como el fortalecimiento de la defensa aérea”, aseguró Zelensky en la red social X.
Luego, en su encuentro con el Presidente Joe Biden en la Oficina Oval, Zelensky le comentó que el pueblo ucraniano “aprecia mucho la asistencia brindada por Estados Unidos para combatir el terrorismo ruso”. El inquilino de la Casa Blanca, por su parte, le dijo que “se aseguraría de que el mundo lo apoye” contra la invasión de Rusia. El corresponsal de la Casa Blanca del Wall Street Journal, Ken Thomas, informó que el presidente ucraniano estaba deseando discutir más ayuda en defensa aérea.
“El momento de esta visita no es particularmente bueno para el líder ucraniano”, dijo Kimberly Halkett, de Al Jazeera, explicando que Estados Unidos está en medio de intensas negociaciones sobre el gasto público.
“El hecho es que muchos legisladores están centrados en las prioridades internas en este momento”, continuó Halkett. “Uno de los problemas es que está pidiendo financiamiento que está algo alejada de las prioridades de los estadounidenses comunes y corrientes”. El otro problema, añadió, es la “fatiga de guerra” entre el público estadounidense. “Así que mientras concluye su día con el discurso en los archivos estadounidenses, realmente tendrá que defender que esto (la guerra de Ucrania) es una causa digna”.
Sin embargo, durante su encuentro con Zelensky, Biden anunció un nuevo paquete de asistencia militar para Ucrania valorado en 325 millones de dólares, que incluye capacidades de defensa aérea, municiones de racimo y armamento antitanques, según recoge la cadena de noticias NBC.
El golpe de Morawiecki
En tanto, Polonia, uno de los aliados más cercanos y más expresivos de Ucrania, anunció que dejará de enviar armas a Kiev, un importante revés que amenaza con alterar la relación estratégica de Europa con el país mientras éste libra una contraofensiva contra Rusia.
Según CNN, la decisión de Polonia fue “repentina y predecible”, tras meses de tensiones por una prohibición temporal de las importaciones de cereales ucranianos a varios países de la Unión Europea.
“Ya no transferimos armas a Ucrania porque ahora estamos armando a Polonia”, dijo el miércoles el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, en una contundente declaración en las redes sociales. Morawiecki añadió en una entrevista televisiva que Polonia ahora se centrará en suministrar “las armas más modernas” para sus propios fines, informó la agencia estatal de noticias PAP. “Si quieres defenderte, tienes que tener algo con qué defenderte”, agregó el premier.
Sin embargo, el presidente polaco, Andrzej Duda, aseguró que los comentarios del primer ministro sobre no seguir armando a Ucrania se habían tomado de manera equivocada. Las palabras de Morawiecki “fueron interpretadas de la peor manera posible... En mi opinión, el primer ministro quiso decir que no transferiremos a Ucrania el nuevo armamento que estamos comprando actualmente a medida que modernizamos el Ejército polaco”, dijo Duda a TVN24.
Con todo, las autoridades de Estados Unidos defendieron este jueves la legitimidad de Polonia para cesar su asistencia militar a las Fuerzas Armadas de Ucrania, y remarcaron que se trata de una “decisión soberana” de Varsovia. “Siempre hemos dicho que es una decisión soberana de cualquier país decidir qué nivel de apoyo van a brindar”, manifestó el portavoz del Departamento de Defensa, el general Patrick Ryder, según recoge CNN.
Así, el portavoz del Pentágono destacó que Polonia es “uno de los países líderes” en lo que a ayuda a Ucrania se refiere, “y no solo en asistencia de seguridad, sino también en términos de brindar importante ayuda humanitaria” y por acoger a ucranianos desplazados. Según The Guardian, Polonia acogió a más de 2 millones de refugiados en las primeras semanas de la guerra y millones de polacos ayudaron con vivienda y otro tipo de apoyo voluntario a los ucranianos desplazados.
CNN recordó que, en la primavera, Polonia se convirtió en el primer país de la OTAN en enviar aviones de combate a Ucrania, meses antes que Estados Unidos, que apenas el mes pasado acordó aprobar la transferencia de aviones F-16, a la espera de que las fuerzas ucranianas completaran el entrenamiento.
Anteriormente también envió más de 200 tanques de estilo soviético a Ucrania, y la mayoría del equipo militar occidental y otros suministros llegan a las fuerzas ucranianas cruzando territorio polaco.
Polonia ahora sólo entregará los suministros de municiones y armas a Kiev que se acordaron antes de que Varsovia tomara la decisión de detener los envíos, dijo el jueves el portavoz del gobierno Piotr Muller, según PAP. “Me gustaría informarles de que Polonia sólo está llevando a cabo los suministros de munición y armamento previamente acordados”, señaló, indicando que “esto incluye los resultantes de los contratos firmados con Ucrania”.
Las tensiones entre Varsovia y Kiev han estallado en los últimos días tras la imposición por parte de Polonia de una prohibición a las importaciones de cereales de Ucrania en un intento por proteger los intereses de los agricultores polacos. Ucrania respondió a la prohibición advirtiendo a Polonia –así como a Hungría y Eslovaquia, miembros de la Unión Europea– de que presentaría una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). Sin embargo, Ucrania accedió el jueves a autorizar sus exportaciones de grano a Eslovaquia e impulsó un acuerdo con Polonia para poner fin a las restricciones impuestas por sus vecinos al grano que se ve obligada a enviar por tierra desde la invasión rusa del año pasado, informó Reuters.
La disputa también se produce mientras Polonia se prepara para unas reñidas elecciones parlamentarias el próximo mes, en las que el partido gobernante Ley y Justicia (PiS) desea evitar perder apoyo ante un rival de extrema derecha que ha pedido reducir el apoyo a Ucrania, en medio de crecientes informes de “fatiga de Ucrania” en algunas partes de la población polaca.
El PiS también cuenta con un fuerte apoyo en las regiones agrícolas, que están preocupadas por la caída de los precios de los cereales tras el aumento de las importaciones ucranianas. “Se trata principalmente de las elecciones y los motivos son bastante claros”, dijo Wojciech Przybylski, editor en jefe de la revista Visegrad Insight. El PiS espera “mostrar fuerza con sus grupos electorales clave”, añadió, incluidos aquellos involucrados en la agricultura en el este de Polonia, que han sido los más afectados por la afluencia de cereales ucranianos.