La sola idea de ser visto como una persona corrupta ha tenido angustiado al fiscal nacional, Jorge Abbott, durante estos 100 días desde que se presentó una solicitud de remoción en su contra. Su abogado, Luis Bates, lo retrató hoy al alegar a su favor ante 17 ministros de la Corte Suprema. "Qué doloroso es que se califique de corrupto al fiscal nacional", fueron las palabras utilizadas por el exministro de Justicia, a quien Abbott contactó para representarlo y que prefirió financiar con sus propios recursos.
El pleno de la corte no dejó espacio para interpretaciones al dirimir hoy sobre el requerimiento impulsado por el Frente Amplio y apoyado por algunos diputados de la ex Nueva Mayoría. No solamente rechazó por unanimidad todos los cargos imputados al fiscal, sino que, además, hubo tres ministro que votaron a favor de que los requirientes pagaran los gastos de haber incurrido en este inédito juicio.
En los días previos, tanto al interior del Ministerio Público como del Frente Amplio se daba por descontado que la corte rechazaría la solicitud de remoción. Sin embargo, la posible existencia de votos de minoría vislumbraba una estocada que podría debilitar la figura de Abbott, quien ha protagonizado un difícil mandato a la cabeza de la institución.
Los mismos pronósticos, sin embargo, avizoraban que, por el contrario, una unanimidad a favor del fiscal significaría un reimpulso de su administración y, sobre todo, el camino para desmoronar los cuestionamientos en su contra, que hablan de una "doctrina Abbott" donde él aparece como garante de políticos y poderosos. Abbott ha negado esa impronta y resiente haber sido motejado de esa forma.
Desde el Ministerio Público reconocen que hoy se estaba en presencia de otro clima interno. El fiscal nacional recibió hoy el apoyo de ministros de Estado (Andrés Chadwick y Alberto Espina estarían entre la nómina), como también de la mayoría de los fiscales regionales. La asociación de persecutores se preocupó de saludarlo y sus funcionarios más cercanos lo felicitaban. Durante la tarde, de hecho, Abbott hizo llegar por mail a todos los trabajadores de la institución un video agradeciendo el apoyo y deseando un feliz aniversario de la institución, el que, dada la contingencia, se había postergado.
La audiencia
El martes 6 de noviembre, a las 13.15 horas, la Corte Suprema dará a conocer los argumentos que sustentaron el fallo unánime a favor del fiscal nacional. Pero hoy, el ministro Lamberto Cisternas, actuando como vocero, dio algunas luces del dictamen: "Los distintos cargos no son suficientes para entender la negligencia grave" de la que se acusaba al fiscal, dijo. "Podrá ser discutible la prudencia u otras consideraciones, pero en este caso el tribunal tiene que constatar si en el cotejo del hecho planteado y la exigencia de gravedad de negligencia establecida en la norma fluye", agregó.
Según había dicho en la víspera el mismo ministro a La Tercera, la idea de fijar los alegatos para esta semana se hizo en función de que estuviera el pleno casi completo. De hecho, solo faltaron dos ministros de la Suprema: Gloria Ana Chevesich, por estar de vacaciones, y Sergio Muñoz, quien se inhabilitó en virtud de la causal de implicancia 195 número 6, que se relaciona con una causa penal pendiente de la que está al tanto el fiscal nacional.
Los argumentos desestimados por los ministros y que fueron impulsados por 10 diputados requirientes que acusaban negligencia manifiesta en la labor de Abbott apuntaban a cuatro acusaciones. La principal se relacionaba con el caso Penta, donde se recriminaba a Abbott haber sostenido reuniones ligadas a la causa, estando inhabilitado. Esto por las audiencias concedidas a Rodrigo Zegers, defensor del exadministrador electoral de Sebastián Piñera, Santiago Valdés, y con el actual ministro de Justicia, Hernán Larraín, quien siendo parlamentario acudió al fiscal para abogar por la celeridad de definiciones respecto del senador UDI Iván Moreira.
También se argumentó que algunas frases expresadas por Abbott en su última cuenta pública reflejaban negligencia recurrida -donde solicitaba justamente celeridad en estas causas-, agregando a eso dos casos de conflictos laborales internos del Ministerio Público.
Los ministros se tomaron exactos 27 minutos en deliberar, lo que fue interpretado como otra señal de que el respaldo al fiscal nacional no podía tener recovecos para dudas.
Para Bates, la acusación que alegó el abogado de la contraparte, Inti Salamanca, fue una "extralimitación", un "abuso" del derecho, destacando, además, que la propia parte recurrente había empezado su alegato distinguiendo que las acciones por las cuales se acusaba a Abbott eran legales, pero reprochables.
Tras la audiencia, Salamanca se declaró triste y señaló que la corte tuvo aquí "una oportunidad para ordenar la casa". Bates y Abbott, en tanto, celebraron con un íntimo almuerzo en la misma fiscalía nacional.